Un equipo internacional de científicos ha encontrado un retrato prehistórico de la paternidad capturado profundamente en el registro fósil. Los investigadores, dirigidos por el geólogo David Siveter, de la Universidad de Leicester, en Reino Unido, han nombrado Lucina, diosa romana de los partos que los presidía y ayudaba a las mujeres durante el alumbramiento, a esta nueva especie fósil de ostrácodos que muestra cuidados parentales de hace 450 millones de años.
Esta "guardería en el mar" revela una especie nueva para la ciencia, con especímenes conservados incubando sus huevos junto con posibles individuos naciendo. El equipo ha elegido el nombre de 'Luprisca incuba', después Lucina, también en alusión al hecho de que los fósiles son antiguos y que en cada caso la madre está literalmente sentada sobre sus huevos.
El descubrimiento, publicado en la revista 'Current Biology', ofrece pruebas concluyentes de una estrategia reproductiva y un cuidado de las crías conservado durante al menos 450 millones de años y representa la ocurrencia confirmada más antigua de ostrácodos, crustáceos de tamaño reducido, en el registro fósil.
"Es un hallazgo muy raro y emocionante del registro fósil. Sólo se conoce un puñado de ejemplos en los que los huevos están fosilizados y asociados con los padres. Este descubrimiento nos dice que estos pequeños crustáceos marinos antiguos tuvieron especial cuidado con sus crías, exactamente de la misma manera que sus parientes vivos", explica Siveter, profesor emérito de Paleontología de la Universidad de Leicester.
El equipo, formado por expertos de Reino Unido, Estados Unidos y Japón, ha descubierto una nueva y científicamente importante especie de ostrácodos, un grupo de animales fósiles relacionado con los camarones, las langostas y los cangrejos, en rocas lutolita en el Estado de Nueva York, Estados Unidos, que se remonta al período Ordovícico en el tiempo geológico. Los ostrácodos son pequeños crustáceos de miles de especies que viven en los océanos a los ríos, lagos y estanques de hoy en día e innumerables conchas fósiles.
Los fósiles recién descubiertos tienen entre dos y tres milímetros de largo y son especialmente informativos al estar excepcionalmente bien conservados, con no sólo la cáscara sino también las partes blandas del animal, que en todos menos en algunos casos muy raros se han perdido.
Las extremidades en algunos ejemplares de nidos de huevos están presentes dentro de la cáscara bivalva, lo que permite a los científicos identificar el género de ese espécimen. Estas características anatómicas se preservaron en la pirita mineral, lo que facilitó el uso de técnicas de rayos X para revelar detalles morfológicos ocultos dentro de las conchas y la roca.
Los ostrácodos vivían, junto con otros animales invertebrados como los trilobites, en condiciones de poca oxígeno en un mar que bordeaba los márgenes del antiguo continente de América del Norte. El profesor Siveter señala que, al igual que sus parientes modernos, los ostrácodos fueron probablemente capaces de nadar cerca del fondo del mar y obtenían su alimento hurgando en la basura y cazando.
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