Un médico mexicano que vive en los Estados Unidos inventó una terapia que podría erradicar la enfermedad que es la segunda causa de muerte de la mujer mexicana.
El inventor es Roberto Trujillo. Un mexiquense que creció en San Pedro Zicatepec y a quien las limitaciones económicas no le impidieron realizar sus sueños: ser doctor para ayudar a su gente.
Y sí. Roberto Trujillo es ahora un doctor, pero no cualquier doctor.
Y es que además de haber estudiado en la Universidad de Toluca, también lo hizo en Houston, en la universidad de Baylor, y después en Boston, en la universidad de Harvard.
Hoy es profesor de la universidad Johns Hopkins, en Baltimore.
Roberto Trujillo es el primer doctor en neurovirología molecular por la Universidad de Harvard, así como el primer mexicano en la historia de Harvard en obtener el doctorado en Ciencia y Ciencias Médicas.
El doctor Trujillo logró su objetivo íntegramente. Ahora es un afamado médico cuyos conocimientos están sirviendo para ayudar a su gente.
Y tan es así, que la labor del doctor Roberto Trujillo ya está siendo reconocida por el gobierno mexicano.
El próximo miércoles 9 de octubre el embajador de México ante los Estados Unidos, Eduardo Medina Mora, le otorgara al doctor Trujillo el premio Ohtli en el Instituto Cultural Mexicano de Washington.
Su principal reconocimiento viene de la cura que descubrió contra el cáncer, ¿en qué consiste esta terapia? ¿Cómo fue que la descubrió? ¿Qué se puede esperar de su aplicación generalizada en México?
En entrevista exclusiva el doctor Trujillo lo explica para Reporte Indigo:
Erradica el cáncer en solo 15 minutos
El invento de Trujillo no quema el cuerpo humano, como lo hacen la quimioterapia y la radiación.
Tampoco mutila ninguna parte del cuerpo para tratar erradicar el cáncer.
Y quizá lo más fascinante es que una mujer afectada de cáncer cervicouterino, en una fase inicial, puede ser curada en 15 minutos.
“La terapia que tenemos es muy sencilla”, explica el doctor Trujillo.
“Se basa en dos componentes: uno es la luz, y el otro es una crema que contiene una sustancia natural de nuestro cuerpo que se llama porfirina”.
“Así como las plantas tienen la clorofila y con la luz se da un proceso que conocemos como fotosíntesis, en los seres humanos no tenemos clorina, que es la proteína de la clorofila, sino porfirina, y también se produce un proceso semejante cuando la luz actúa con la porfirina”.
“Si una persona tiene células con cáncer o con el inicio de cáncer, al colocarle esta crema la absorberá su cuerpo y en una hora se va eliminar”.
Sin embargo, si las células tienen cáncer, la crema se va a retener aproximadamente por dos días.
“Entonces el contacto de la luz con la crema que contiene la porfirina, se desarrolla un oxigeno reactivo que es una molécula de oxigeno que le llamamos singleton y esto induce o produce que las células que tienen cáncer se mueran”, dice Trujillo.
“Es decir, de lo que estamos hablando de una reacción foto química”.
“En 15 minutos nosotros podemos inducir la muerte de las células de cáncer”.
“Si alquilen tiene un cáncer en la piel, le colocas la cremita, te esperas unas horas. Las células normales no se van a afectar porque elimina la cremita, y las células que tienen cáncer selectivamente con la luz, en 15 minutos vamos a matarlas”.
Medicina del primer mundo
Cuando llegó a estudiar a Estados Unidos se enfrentó con una medicina muy diferente a la que practicaba en México
Cuando llego a Baylor el mexiquense percibió inmediatamente el cambio y comprendió lo que significa la innovación en la medicina.
“Me fui a Baylor en una primera instancia, y ahí conocí la medicina del primer mundo, que es una medicina científica más adelantada en muchos aspectos”.
“En conocimiento alguna fórmula que dice que uno más uno es igual a dos, pero en innovación no es así”.
“La fórmula en innovación es que uno más uno es igual a tres. Porque una persona y otra persona puede pensar de una manera muy buena de acuerdo con su entrenamiento, pero cuando se unen más de dos personas en diferentes campos creas una cosa mucho mejor que si esas personas lo hicieran cada cual por su lado”.
La pobreza, causante de muertes
“Cada dos horas se nos muere una mujer mexicana por este cáncer. Es la segunda causa de muerte en México. Sin embargo, en el rango de las mujeres que tienen entre 25 45 años de edad, el cáncer cervicouterino es la primera causa de muerte”. Explica Trujillo.
“A pesar de que el cáncer cérvicouterino es un cáncer que se puede prevenir, en la realidad mexicana no sucede así”. En primer lugar, por la falta de recursos económicos”.
Sin embargo, también hay otras razones para que esto suceda.
Una de ellas es que a “los médicos generales de nuestro país no se les entrena de una manera adecuada para que ellos mismos, en su clínica pequeñita, analicen si la persona esta desarrollando la enfermedad o no, y tampoco tienen al alcance la terapia”.
“La realidad es que más del 80 por ciento de nuestras mujeres mexicanas son vistas por el médico general familiar”
“A muy pocas las ve el especialista. Por eso en México tenemos una mortalidad de más de 6 mil personas al año”.
“Y como este cáncer al iniciar o en la etapa pre cancerígena no le provoca ningún dolor, la mayoría de las mujeres mexicanas no van a visitar al médico”.
En la mayoría de los países pobres y emergentes el patrón se repite.
“Por eso se nos mueren casi medio millón de mujeres al año, y lo más triste es que muchas de ellas tienen tres hijos. Esos tres niños se quedan huérfanos”, comenta el doctor Trujillo.
El médico científico está seguro que si utilizamos esta terapia en todo México, en promedio en siete años podríamos erradicar este cáncer y eso sería increíble.
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