El director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen),
Eugenio Imaz Gisper, y el procurador general de la República, Jesús
Murillo Karam.
Foto: Germán Canseco
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- El procurador general de la
República, Jesús Murillo Karam y el director del Centro de Investigación
y Seguridad Nacional (Cisen), Eugenio Imaz Gisper negociaron que la
golpiza del nieto de Murillo, Gerardo Saade, a su exnovia Alexia, hija
de Imaz, quedara en la impunidad.
De acuerdo con un relato que publica la periodista Lydia Cacho en el portal Sinembargo,
desde las oficinas del procurador de Morelos, Rodrigo Dorantes Salgado,
salió una llamada para Murillo Karam quien a su vez se comunicó en dos
ocasiones con Imaz en las que le pidió que la joven no levantara cargos,
que su nieto ofrecería una disculpa pública y que él se aseguraría de
que jamás volviera a molestar a Alexia, de 22 años.
Lydia Cacho continúa su relato:
“Fuentes
de la PGJM explicaron a esta periodista que Alexia acudió a la PGJE en
donde narró los hechos ante el Ministerio Público, pero de pronto, luego
de recibir varias llamadas telefónicas, dijo que no levantaría la
denuncia penal contra el agresor quien, según la propia fiscalía, podría
haber sido detenido en el instante por allanamiento y por violencia de
género, lo que según la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia se persigue de oficio, y con la evidencia que en ese momento
tenía la fiscalía podría haber actuado inmediatamente”.
Sigue
Cacho: “Así, tal como estaba planeado, el joven golpeador, conocido en
su escuela por abusos machistas y una personalidad controladora, asistió
a la PGJE de Morelos. Allí, según fuentes de la fiscalía, “el joven con
la cabeza gacha y un abogado acudió a preguntar si había una denuncia
en su contra”. Allí mismo hizo un acto de contricción: aceptó haber
golpeado a Alexia y haberse metido a su hogar sin permiso. También dijo
en las oficinas del Procurador estatal, que no tenía excusa o pretexto
para golpearla, pero que estaba arrepentido. Como si la Procuraduría
fuera Iglesia, la confesión bastó para absolverlo de toda
responsabilidad. Oportunamente, a Gerardo Saade Murillo le tomaron una
fotografía donde se le ven los ojos llorosos y un gesto de angustia”.
Ayer
martes 21 de mayo Alexia Imaz, reveló en las redes sociales que el
nieto del procurador, Gerardo Saade Murillo, se saltó la barda de su
hogar en Cuernavaca, Morelos, luego de una larga insistencia del joven
para verla.
De acuerdo con lo escrito por Cacho, “ella se había
negado a hablar más con él; pero ante la negativa, el joven nieto del
también exgobernador de Hidalgo se metió por la fuerza a su casa, de
allí a su habitación y cuando Alexia se defendió al verlo y se negó a
discutir con él sobre la relación que el joven perseguía, la golpeó a
puñetazos en la cara”.
Fuente: Proceso, redacción.
Fecha de publicación: 22 de Mayo de 2013