Víctor Brossa usa la imágen, la voz y la música para generar un efecto
de emponderamiento sobre el inconsciente del espectador, usando las
mismas herramientas que usan habitualmente la ingeniería social y la
publicidad para dirigirnos a creer y comprar lo que otros desean.
"El hecho en sí no es compartir algo que los demás no conocen, sino
hacerlo para provocar el recuerdo del que visiona uno de mis videos. De
alguna forma se trata de que el espectador se haga consciente de lo que
se va ordenando ante él como información que una gran parte de la
población ya conoce o intuye a otros niveles. Usar el arte para encarnar
algo que vive todavía en el mundo cuántico de lo sutil".