Durante los ocho meses posteriores a la explosión de la central nuclear, 800.000 jóvenes soldados, mineros, bomberos y civiles procedentes de todas las regiones de la antigua Unión Soviética, trabajaron sin descanso para intentar mitigar los efectos de la radioactividad, construir un sarcófago alrededor del reactor accidentado y en definitiva, salvar al mundo de otra probable tragedia.
La explosión y los incendios causaron una filtración del núcleo radioactivo estimado en el orden de un 5% del corazón del reactor, la contaminación desprendida por este evento llegó al medio ambiente, siendo así propagada por el viento, expandiendo la zona de contingencia a unos 30 kilómetros (18,5 millas) a la redonda de la zona de exclusión alrededor de la planta y que todavía está en vigor hasta hoy.
49.360 personas que residían en la cercana ciudad de Pripyat tuvieron que ser evacuadas dentro de las siguientes 36 horas después del accidente, en las siguientes semanas hubieron afectadas aproximadamente 70 mil personas que residían en las zonas circundantes durante las semanas siguientes. Hoy la zona cero es un pueblo fantasma, apenas tocado por los seres humanos durante los últimos 28 años.
Ahora, el cineasta británico Danny Cooke nos está permitiendo asomarnos a este lugar misterioso e inquietante con su nuevo cortometraje, que incluye imágenes capturadas por un avión no tripulado que retrata el aspecto sombrío de ese espacio hoy día. Y es bastante angustioso. Échale un vistazo aquí:
Fuente:
http://www.iflscience.com/environment/harrowing-drone-footage-shows-chernobyl-exclusion-zone
Para saber más visiten:
http://www.cbsnews.com/news/chernobyl-the-catastrophe-that-never-ended/