Rosario Robles, titular de la Sedesol.
Foto: Octavio Gómez
Foto: Octavio Gómez
La Cruzada Nacional contra el Hambre, la inflada “estrategia
social” compuesta por 70 programas que se aplicarían en 400 municipios
para combatir la pobreza extrema y la alimentaria, se halla entrampada
en la demagogia, el caos y la parálisis, motivos por los cuales se
redujo en su etapa inicial a sólo 80 demarcaciones en 20 estados.
MÉXICO,
D.F. (Proceso).- La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) se fijó
una ruta crítica llena de atajos para tener algo que presumir sobre la
Cruzada Nacional contra el Hambre el 1 de septiembre, día del informe
presidencial, ya que dicha estrategia sigue en la fase de diseño y
experimentación.
Como primera maniobra, el número de municipios
que se atenderá en la primera fase se redujo de 400 a 80, la mayoría
pequeños y rurales, donde se instalarán tiendas Diconsa, lecherías
Liconsa y comedores escolares, además de entregar suplementos
alimenticios de la Secretaría de Salud para obtener resultados rápidos.
Las
acciones en los 80 municipios elegidos como “prioritarios” con miras al
informe de Enrique Peña Nieto impactarán en las condiciones de vida de
364 mil 901 personas que viven en pobreza extrema y padecen hambre, una
cifra muy alejada de los 7.4 millones de personas que eran la meta
inicial para esa etapa.
A seis meses de iniciado el gobierno
federal priista, la polémica cruzada también conocida como Sin Hambre ha
sido más mediática que real, debido a su ambiciosa estrategia
publicitaria, los escándalos electorales en que se ha involucrado y la
inclusión de compañías trasnacionales. Sin embargo, todavía no tiene
efecto entre los mexicanos más pobres, pues sólo ha sido aplicada en dos
puntos del estado de Guerrero: la colonia Simón Bolívar de Acapulco y
el municipio Mártir de Cuilapan, elegidos para la prueba piloto.
Ni
siquiera en las demarcaciones donde la titular de la Secretaría,
Rosario Robles, ha organizado eventos de la Cruzada Nacional contra el
Hambre ha comenzado a paliarse la desnutrición. Por ejemplo, el
secretario municipal de Amatenango del Valle, Chiapas, Juan Gómez Díaz,
informa en entrevista telefónica: “Acá todavía los promotores van a
empezar a hacer los censos (de beneficiarios). A lo mucho Liconsa puso
tienda y están entregando tarjetas para que la gente del programa pueda
comprar leche”.
Fuente: Proceso, publicado por: Marcela Turati.
Fecha de publicación: 15 de Junio de 2013.
Dirección de la nota: http://www.proceso.com.mx/?p=344960
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