El joven Peter Parker, que es quien se esconde tras la máscara del hombre araña, tras debatir con Ironman, acaba convenciendose de que la ley es buena idea, y en una demostración de valor y convicción, se desenmascara frente a las cámaras de televisión. Ahora todo el mundo conoce que Peter Parker es la identidad secreta de Spiderman.
El conflicto va en escalada, las posturas están claras, nadie parece pararse a reflexionar de forma crítica sobre sus creencias y su postura respecto al conflicto. Todos menos uno, Peter, que empieza a descubrir cosas que no le gustan del bando en el que está. Empieza a examinar críticamente sus creencias respecto a la ley. Spiderman no es inmune a los hechos, piensa y reflexiona sobre ellos. Descubrir que su bando, liderado por Ironman, que en teoría defiende la ley, está sistemáticamente violándola. Han creado una prisión en la zona negativa al más puro estilo Guantanamo. Todo superhéroe que no acate la ley se ve detenido y encerrado sin juicio alguno, sin posibilidad de defenderse ante la justicia. No solo eso, Ironman recurre a supervillanos para hacer frente a los héroes rebeldes.
Todos estos descubrimientos hacen que Spiderman se plantee lo que está haciendo. Reflexiona sobre si está haciendo lo correcto o no, piensa críticamente sobre su decisión de apoyar a Ironman. Al final, el bueno de Spidey, cambia de idea, no está de acuerdo en que se encierre a superhéores sin juicio, negándoles así la posibilidad de defenderse. En el nombre de la ley, el bando de Ironman, está socavando unos de sus principios básicos, todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario, y todos tenemos derecho a defendernos de las acusaciones que se hagan contra nosotros. Negar estos derechos a una parte de la población es abandonar la democracia y moverse hacia terrenos más oscuros.
El cambio de opinión de Spidey no le va a salir gratis, Ironman no duda en detenerle por medio de la violencia. El resultado es que Spidey acaba muy mal parado, tremendamente herido, de no ser porque le encuentran moribundo y le ayudan, probablemente hubiera muerto.
Lo que Spiderman está haciendo, es pensar, pensar por sí mismo, es decir, está filosofando. Piensa sobre el mundo, sobre sus creencias, sobre lo que está bien o lo que está mal, a veces acertará y a veces se equivocará, pero no se le puede negar una actitud filosófica. Pero ¿por qué pensar? ¿Por qué someter a examen nuestras ideas, creencias y prejuicios? Para así vivir una vida más humana, más sincera, más razonable y racional, para intentar vivir mejor, conocernos mejor, entender mejor el mundo ¿podemos ser felices sin conocernos bien a nosotros mismos? ¿podemos ser felices si vivimos en la mentira y el engaño? André Comte-Sponville lo expresa así:
Filosofar es pensar por uno mismo... Así pues, hemos de filosofar: hemos de pensar tanto como podamos, y mejor de lo que sepamos. ¿Con qué fin? Para lograr una vida más humana, más lúcida, más serena, más razonable, más feliz, más libre... Es lo que tradicionalmente denominamos sabiduría, que sería una felicidad sin ilusiones y sin mentiras.
Spiderman se nos muestra como un personaje que no deja de filosofar, en buena medida es un filósofo, pues cada dos por tres se está cuestionando temas que no son menores, a veces parece cuestionarse el sentido de la vida, que a fin de cuentas es lo que hacen los filósofos, al menos así lo expresa Nigel Warburton
Parece que tras la máscara de Spiderman se esconde un filósofo. Señala Warburton que la filosofía nos ayuda a pensar con claridad, eso es por varias razones. Por un lado nos enseña a detectar falacias y errores lógicos, pero por otro, nos ayuda a no cometer los mismos errores del pasado, por eso es importante conocer lo que han dicho otros pensadores, no por pedantería, ni para poder recitar de memoria lo que dijeron, sino para no reinventar la rueda cada vez que pensemos sobre algo, para poder auparnos sobre sus hombros, para no repetir los errores que ya cometieron ellos. La filosofía nos brinda la oportunidad de vivir a hombros de gigantes, y no, esto no nos hará superiores a nadie, pero quizás nos ayude a ver con más claridad el mundo que nos rodea. En cierto sentido somos afortunados, vivimos una época en al que gracias a la ciencia podemos obtener un buen conocimiento del mundo, esa es la base para poder empezar a pensar. Usemos la ciencia para conocer el mundo y la filosofía para pensar sobre él.
Es obvio que no todo el mundo tiene esta actitud filosófica en la vida, es más, algunos no la encuentra nunca, otros, en cambio, parecen tenerla desde que nacen, y otros a veces la descubren a lo largo de su vida. Este último caso es el de Spiderman. Como todos sabemos en la génesis del personaje se esconde una tragedia. La muerte de su tío Ben, momento en el cual Peter Parker empieza a filosofar. Reflexiona sobre lo que está bien y lo que está mal, sobre el sentido de su vida y en como vivirla. Fue la tragedia la que empujo a Parker a convertirse en Spiderman y en filósofo.
Comparto con Savater que la tragedia puede ser un buen acicate para encontrar la filosofía, para comenzar a filosofar, pero no tiene por qué ser esa la única fuente. De hecho, todos conocemos personas que ante la perdida de un ser querido no le vas a sacar mayor reflexión que la del conocido cliché "no somos nadie".
La tragedia marco a un joven Peter Parker, lo empujo a filosofar, a ser filósofo. Fruto de ese filosofar fue que decidiera convertirse en Spiderman. Desde entonces nunca dejo de ser Spiderman y nunca tampoco dejó de filosofar, tras la máscara de Spiderman se esconde un filósofo.
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