Las baterías de los smartphones. Estoy seguro que tras esta pequeña
frase a nadie le ha venido algo bueno a la cabeza, más bien al
contrario. Es lógico, hoy por hoy la batería es el gran lastre de la
tecnología, especialmente de los smartphones. Vivimos ‘acostumbrados’ a
que la batería dura un día, como mucho. Ahora imaginad por un momento
la batería perfecta. Tardaría poco en cargarse, ¿no? Y duraría… bueno,
desde luego más de un día seguro. Pues esto, que hasta ahora era ciencia
ficción pura, ya es ciencia. ¿Cómo? Con grafeno.
Muchas gracias tenemos que darles a los científicos de la UCLA (University of California, Los Angeles), por este descubrimiento. Trabajando en formas más eficientes y eficientes de producir el grafeno (en el vídeo podéis ver cómo utilizan CD y grabadores normales como los que tenemos en casa) descubrieron que un condensador de este material podía alimentar un LED durante más de 5 minutos tras un tiempo de carga de apenas 2 segundos. Alucinante, ¿verdad? Pues esto no es más que un condensador rudimentario, así que imaginad a lo que podemos llegar con técnicas más perfeccionadas.
Ver video
Para los curiosos, vamos a profundizar un poco más en el tema. En el día a día utilizamos baterías tipo pila que presentan el inconveniente de que tardan mucho en cargarse para el rendimiento que dan. En este terreno los condensadores son los reyes, ya que se cargan muy rápido, pero, por contra, tienen una capacidad muy limitada a la hora de almacenar cargas eléctricas (electricidad, para entendernos). Sin embargo, los supercondensadores de grafeno nos traen lo mejor de ambos con una gran capacidad para almacenar electricidad y unos tiempos de carga ridículos en comparación con los de la baterías actuales.
Pero esto no es lo único bueno del grafeno, además de permitirnos cargas muy grandes en muy poco tiempo, es flexible y completamente basado en carbono. Que sea flexible es claramente un paso importante en el camino hacia esos dispositivos plegables con los que todos soñamos. Por su parte, el que esté basado en carbono lo hace aún mejor puesto que nos quitamos de un plumazo los principales problemas de las baterías actuales; es ligero, es barato y, sobre todo, es biodegradable. Esto significa que en unos años podremos ver dispositivos con un peso de risa, más baratos (aunque lamentablemente la realidad será un aumento del margen de benficios de la empresa en cuestión) cuyas baterías, cuando se estropeen, podremos tirar a la basura normal o, como sugieren en el vídeo, utilizar como abono para plantas. Todo esto sumado al placer que conlleva cargar una tablet 30 minutos, por ejemplo, y poder disfrutar de ella todo el día sin necesidad de recargarla.
Todo esto, evidentemente, está aún en una fase muy temprana y deberemos esperar antes de ver algo así en el mercado. Pero lo que de verdad importa, y creo que en esto estaréis conmigo, es que sí se está avanzando en el desarrollo de mejor baterías, que buena falta hace. Yo por mi parte estoy deseoso de ver los primero modelos de estas baterías biodegradables, ligeras, muy capaces y más baratas, y que harán que de una vez podamos disfrutar de nuestro smartphone, tablet, portátil… sin preocuparnos de tener un enchufe cerca.
Muchas gracias tenemos que darles a los científicos de la UCLA (University of California, Los Angeles), por este descubrimiento. Trabajando en formas más eficientes y eficientes de producir el grafeno (en el vídeo podéis ver cómo utilizan CD y grabadores normales como los que tenemos en casa) descubrieron que un condensador de este material podía alimentar un LED durante más de 5 minutos tras un tiempo de carga de apenas 2 segundos. Alucinante, ¿verdad? Pues esto no es más que un condensador rudimentario, así que imaginad a lo que podemos llegar con técnicas más perfeccionadas.
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Para los curiosos, vamos a profundizar un poco más en el tema. En el día a día utilizamos baterías tipo pila que presentan el inconveniente de que tardan mucho en cargarse para el rendimiento que dan. En este terreno los condensadores son los reyes, ya que se cargan muy rápido, pero, por contra, tienen una capacidad muy limitada a la hora de almacenar cargas eléctricas (electricidad, para entendernos). Sin embargo, los supercondensadores de grafeno nos traen lo mejor de ambos con una gran capacidad para almacenar electricidad y unos tiempos de carga ridículos en comparación con los de la baterías actuales.
Pero esto no es lo único bueno del grafeno, además de permitirnos cargas muy grandes en muy poco tiempo, es flexible y completamente basado en carbono. Que sea flexible es claramente un paso importante en el camino hacia esos dispositivos plegables con los que todos soñamos. Por su parte, el que esté basado en carbono lo hace aún mejor puesto que nos quitamos de un plumazo los principales problemas de las baterías actuales; es ligero, es barato y, sobre todo, es biodegradable. Esto significa que en unos años podremos ver dispositivos con un peso de risa, más baratos (aunque lamentablemente la realidad será un aumento del margen de benficios de la empresa en cuestión) cuyas baterías, cuando se estropeen, podremos tirar a la basura normal o, como sugieren en el vídeo, utilizar como abono para plantas. Todo esto sumado al placer que conlleva cargar una tablet 30 minutos, por ejemplo, y poder disfrutar de ella todo el día sin necesidad de recargarla.
Todo esto, evidentemente, está aún en una fase muy temprana y deberemos esperar antes de ver algo así en el mercado. Pero lo que de verdad importa, y creo que en esto estaréis conmigo, es que sí se está avanzando en el desarrollo de mejor baterías, que buena falta hace. Yo por mi parte estoy deseoso de ver los primero modelos de estas baterías biodegradables, ligeras, muy capaces y más baratas, y que harán que de una vez podamos disfrutar de nuestro smartphone, tablet, portátil… sin preocuparnos de tener un enchufe cerca.
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