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...Entre las dos mitades del cerebro:
La habilidad de aprender nuevas palabras se
basa en una comunicación eficiente entre las zonas del cerebro que controlan el
movimiento y la audición
No todas las personas tienen igual de
desarrolladas estas conexiones, lo que explicaría las diferencias individuales a
la hora de aprender una lengua
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El lenguaje es una habilidad
exclusivamente humana. El vocabulario medio de una persona consiste en unas
treinta mil palabras, aunque existen diferencias individuales en la capacidad de
aprender una nueva lengua. Hace tiempo que se cree que la adquisición del
lenguaje depende de la integración entre la información motora y la
representación auditiva de las palabras en el cerebro, pero los mecanismos
neurales que se encuentran detrás del aprendizaje de nuevas palabras no estaban
claros.
Ahora, un estudio realizado
por investigadores del grupo de Cognición y Plasticidad Cerebral del Instituto
de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y la Universidad de Barcelona,
con la colaboración de investigadores del King’s College de Londres, aporta
información sobre las vías neurales implicadas en el aprendizaje de palabras
entre los humanos. La clave se encuentra en el fascículo arqueado, un haz de
fibras nerviosas que conecta las regiones auditivas del lóbulo temporal con la
región motora situada en el lóbulo frontal, en el hemisferio izquierdo del
cerebro. Las diferencias individuales en el desarrollo de las conexiones en este
haz condicionan la capacidad de aprendizaje de nuevas palabras. Los resultados
del estudio se publican en la revista Proceedings of the National Academy of
Sciences (PNAS).
Palabras artificiales
En el estudio han participado
27 voluntarios sanos. Los investigadores les hicieron escuchar nueve palabras
trisilábicas artificiales, sin ningún significado asociado y con estructuras
similares a las palabras de la lengua castellana. Entre palabra y palabra se
dejaba una pausa de 25 milisegundos, imperceptible pero suficiente para ayudar
al aprendizaje de las palabras en el habla fluida. Las nueve palabras se
repetían de manera aleatoria 42 veces.
Para adquirir la información
complementaria sobre la estructura y la función cerebral se utilizaron dos
técnicas no invasivas de resonancia magnética.
Antes de llevar a cabo la
tarea de aprendizaje de palabras, los investigadores adquirieron imágenes
estructurales del cerebro mediante una técnica llamada de tensor de difusión.
Esta técnica, muy innovadora, permite reconstruir a posteriori en vivo las
fibras de sustancia blanca que conectan las diferentes regiones cerebrales.
Además, mientras los participantes escuchaban las palabras, los investigadores
registraron su actividad cerebral mediante resonancia magnética funcional, que
permite detectar de forma muy precisa, en tiempo real, la actividad cerebral y,
por tanto, las regiones que están más activas cuando el individuo realiza una
tarea determinada.
Después de esta fase de
aprendizaje lingüístico, los participantes escucharon una serie de palabras y se
les pidió que identificaran las que habían escuchado durante la fase de
aprendizaje.
Los investigadores detectaron
una fuerte relación entre la capacidad de recordar palabras con la estructura
del fascículo arqueado, que une dos grandes zonas del cerebro: el territorio de
Wernicke, relacionado con la decodificación auditiva del lenguaje, y el
territorio de Broca, que coordina los movimientos asociados al habla y el
procesamiento del lenguaje. Los participantes que aprendían mejor las palabras,
tenían el fascículo arqueado más mielinizado, según reveló un análisis de
correlación con un índice indirecto sobre el contenido de mielina de las fibras
nerviosas. Además, la sincronización entre la actividad de las regiones
conectadas por este fascículo era mayor en estos participantes.
Modelos de conexión diferentes
La primera firmante del
artículo, Diana López-Barroso, destaca que la investigación aporta nuevos datos
sobre la capacidad única de los seres humanos para aprender un lenguaje, dado
que existen modelos de conexión diferentes entre estas regiones cerebrales en
otras especies.
Además, López-Barroso, explica
que el estudio puede ser de utilidad en la rehabilitación de personas que tengan
lesiones en el fascículo arqueado. "En este caso, podemos buscar otro camino
para llegar al mismo sitio", explica la investigadora. Este otro camino podría
ser la vía ventral, otro haz de fibras nerviosas que también conecta los
territorios de Wernicke y Broca pero que transcurre por zonas más inferiores del
cerebro. "La vía ventral, que está más relacionada con el procesamiento del
significado de las palabras, implicaría dar un apoyo semántico al aprendizaje de
palabras en personas con lesiones", concluye la primera firmante del
artículo.
Referencia del artículo
López-Barroso D, Catani M,
Ripollés P, Dell’Acqua F, Rodríguez-Fornells A, de Diego-Balaguer R. Word
learning is mediated by the left arcuate fasciculus. PNAS.
Fuente:
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25 de julio de 2013
EL APRENDIZAJE DE LENGUAJES ES DEPENDIENTE DE LA CONEXIÓN...
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