24 de octubre de 2013

Todos somos inteligentes

El Dr. Howard Gardner, de la Universidad de Harvard, ha llevado a cabo investigaciones acerca del desarrollo de la capacidad cognitiva humana durante muchos años. Dichas investigaciones lo han apartado de las teorías tradicionales respecto de la inteligencia humana  que se basan en dos supuestos fundamentales: que la cognición humana es unitaria  y que es posible describir adecuadamente a los individuos como poseedores de una inteligencia única y cuantificable. 
En su estudio referido a la capacidad humana, Gardner estableció criterios que permiten medir si un talento constituye de hecho una inteligencia. Cada inteligencia debe poseer una característica evolutiva, debe ser observable en grupos especiales de la población tales como prodigios o "tontos sabios", debe proporcionar alguna evidencia de localización en el cerebro y disponer de un sistema simbólico o representativo.  


Si bien la mayoría de las personas cuenta con la totalidad del espectro de inteligencias, cada individuo revela características cognitivas particulares. Todos poseemos diversos grados de las ocho inteligencias y las combinamos y utilizamos de manera profundamente personal. Cuando los programas de enseñanza se limitan a concentrarse en el predominio de las inteligencias lingüística y matemática, se minimiza la importancia de otras formas de conocimiento. Es por ello que muchos alumnos no logran demostrar dominio de las inteligencias académicas tradicionales, reciben escaso reconocimiento por sus esfuerzos y su contribución al ámbito escolar y social en general se diluye.   
Las investigaciones de Gardner revelaron no sólo una familia de inteligencias humanas mucho más amplia de lo que se suponía, sino que generaron una definición pragmática renovada sobre el concepto de inteligencia. En lugar de considerar la “superioridad” humana en términos de puntuación en una escala estandarizada, Gardner define la inteligencia como:  a. la capacidad para resolver problemas cotidianos; b. la capacidad para generar nuevos problemas para resolver; c. la capacidad de crear productos u ofrecer servicios valiosos dentro del propio ámbito cultural.
La definición de inteligencia humana formulada por Gardner destaca la naturaleza multicultural de su teoría.


La teoría de las inteligencias múltiples incluye un repertorio de ocho grandes «módulos» o «dimensiones cognitivas» de la mente humana, definidas en los términos siguientes: 
•     La inteligencia lógico-matemática  permite calcular, medir, evaluar proposiciones e hipótesis y efectuar operaciones matemáticas complejas. Los científicos, los matemáticos, los contadores, los ingenieros y los analistas de sistemas poseen un profundo manejo de la inteligencia lógico-matemática.


•     La inteligencia lingüística consiste en la capacidad de pensar en palabras y de utilizar el lenguaje para expresar y apreciar significados com-plejos Los escritores, los poetas, los periodistas, los oradores y los locutores presentan altos niveles de inteligencia lingüística.
•     La inteligencia espacial proporciona la capacidad de pensar en tres dimensiones, como lo hacen  los marinos, los pilotos, los escultores, los pintores y los arquitectos. Permite al individuo percibir imágenes externas e internas, recrearlas, transformarlas o modificarlas, recorrer el espacio o hacer que los objetos lo recorran y producir o decodificar información grafica.
•     La inteligencia cinestésico-corporal  permite al individuo manipular objetos y perfeccionar las  habilidades físicas. Se manifiesta en los atletas, los bailarines, los cirujanos y los artesanos. En la sociedad occidental, las habilidades físicas no cuentan con tanto reconocimiento como las cognitivas, aun cuando en otros ámbitos la capacidad de aprovechar las posibilidades del cuerpo constituye una necesidad de supervivencia, así como también una condición importante para el desempeño de muchos roles prestigiosos.
•     La inteligencia musical resulta evidente en los individuos sensibles a la melodía, al ritmo, al tono y a la armonía. Entre ellos se incluyen los compositores, los directores de orquesta, los músicos, los críticos musicales, los fabricantes de instrumentos musicales y también los oyentes sensibles.
•     La inteligencia interpersonal es la capacidad de comprender a los demás e interactuar eficazmente con ellos. Resulta evidente en los docentes exitosos, en los trabajadores sociales, en los actores o en los políticos. A medida que la cultura occidental ha comenzado a reconocer la relación que existe entre la mente y el cuerpo, también ha comenzado a valorar la importancia de alcanzar la excelencia en el manejo de la conducta interpersonal.
•     La inteligencia intrapersonal se refiere a la capacidad de una persona para construir una percepción precisa respecto de si misma y de utilizar dicho conocimiento para organizar y dirigir la propia vida. Algunos individuos con una profunda inteligencia intrapersonal se especializan como teólogos, psicólogos y filósofos.
• La inteligencia naturalista consiste en observar los modelos de la naturaleza, en identificar y clasificar objetos y en comprender los sistemas naturales y aquellos creados por el hombre. Los granjeros, los botánicos, los cazadores,  los ecologistas y los paisajistas se cuentan   entre los naturalistas eximios.
Gardner tiene especial cuidado en señalar que la inteligencia no debe limitarse a aquellas que él ha identificado. No obstante, considera que las ocho pro-porcionan un panorama mucho más preciso de la capacidad humana del que proponen las teorías unitarias previas. A diferencia del estrecho rango de habilidades que miden los tests estandarizados de CI, la teoría de Gardner expande la imagen de lo que significa “ser humano”. Advierte también que cada inteligencia contiene diversas subinteligencias Por ejemplo, existen subinteligencias dentro del dominio de la música que incluyen la ejecución, el canto, la escritura musical, la dirección orquestal, la crítica y la apreciación musical. Cada una de las otras siete inteligencias también comprende numerosos componentes.
Cada inteligencia parece tener su propia secuencia evolutiva, que emer-ge y alcanza su punto culminante en diferentes etapas de la vida. La inteligencia musical es la forma más temprana en que se manifiesta el talento humano; las razones de que ello ocurra son un misterio. Gardner sugiere que un desempeño musical sobresaliente durante la infancia puede estar condicionado por el hecho de que esta inteligencia no es contingente con la acumulación de experiencia de vida. Por otra parte, las inteligencias personales requieren un alto grado de interacción y feedback por parte de los demás antes de alcanzar su pleno desarrollo.
Gardner considera que las ocho inteligencias carecen de valor intrínseco, debido a que cada una de ellas puede ponerse al servicio de buenos o malos propósitos. Tanto Hitler como Gandhi poseían profunda inteligencia interpersonal, pero la aplicaron de maneras diametralmente opuestas. La forma en que un individuo se mueve dentro de la sociedad utilizando su inteligencia constituye una cuestión moral de fundamental importancia.
Pienso que la teoría de las inteligencias múltiples presenta gran interés con respecto al quehacer educativo actual, ya que nos puede ayudar a superar el obsoleto paradigma de la inteligencia única (que se restringía sólo al ámbito lógico-matemático y lingüístico) y a promover una educación basada en la valoración e integración de las múltiples capacidades de la mente y del cuerpo humanos. Este interesante hallazgo científico también nos permite canalizar en modo concreto nuestros esfuerzos a favor del reforzamiento de la autoestima de nuestros chicas y chicas, pues, al romper el patrón de que sólo se puede ser inteligente de un modo, brinda a todas las personas la oportunidad de auto-reconocerse como inteligentes… en múltiples y variados ámbitos.

Fuente: http://www.dgwaves.com/boletinsalesiano/index.php?option=com_content&task=view&id=59&Itemid=27&ed=7

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