Es un evento bastante raro encontrar fósiles completos en buenas condiciones. Después de millones de años cualquier número de cosas puede pasar para destruir los fósiles antes de ser descubiertos y documentados por los científicos, si es que el animal aún logra fosilizarse en absoluto. Encontrar a los animales de un bebé bien conservados es particularmente difícil, ya que son más propensos a ser pisoteados o comidos después de su muerte. Phillip Currie de la Universidad de Alberta ha descubierto recientemente un hermoso y juvenil Chasmosaurus belli aún completo e intacto, que incluso da como para especular sobre de las causas de su muerte.
Chasmosaurus belli se encuentran comúnmente en la Columbia Británica, Canadá. Es un pariente de los triceratops y tiene la cresta ornamental que resulta tan familiar de los de esa especie.
Hasta este punto , todos los esqueletos han sido adultos. Los huesos de dinosaurios han sido ocasionalmente descubiertos al azar o en piezas mas pequeñas pero le faltaba el contexto de un animal completo. El descubrimiento de una especie juvenil datado en 70 millones de años, que era aproximadamente de unos tres años de edad al momento de la muerte, revela pistas importantes sobre cómo creció el dinosaurio y como fue cambiado con el transcurso de su vida. Como resultado, los jóvenes C. bellis se parecen mucho a los adultos, apenas más pequeño, mide unos 5 pies (1.5 metros) de largo. Los adultos crecieron en alrededor de 15 pies (5 metros) de largo, aunque el cuerpo se mantiene esencialmente sin cambios. Otros dinosaurios bebés tienen patas proporcionalmente más largas para mantenerse al paso de los adultos que migraban con movimientos rápido, pero eso no parece ser el caso de esta especie.
Chasmosaurus era un ceratópsido de tamaño medio, entre 5 y 6 metros de largo para una altura aproximada de 2 metros, presentando un peso estimado de unas 3,6 toneladas.
El fósil fue encontrado en lo que solía ser un cauce del río. Esto ha llevado Currie y su equipo de investigación a creer que el bebé no murió a manos de una criatura más grande. Es muy probable que vagaba demasiado lejos en el agua y quedó atrapado en la corriente. No se puede asegurar sí se ahogó y se instaló en la parte inferior del río, en donde con el tiempo se convertiría en fósil con el sedimento. El cuerpo estaba tan bien conservado que Currie dice que era realmente capaz de ver las impresiones de la piel del bebé en la roca circundante. El equipo espera usar este fósil para obtener una comprensión más profunda de cómo vivió el C. belli y cómo existió en el contexto de su ecosistema.
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