Su función en cualquier caso es la misma, intentar mantener oculta cualquier información que salga a la luz sobre fenómenos extraterrestres y sobre todo, mantener el silencio de los testigos ya sea por medio de la coacción, manipulando sus recuerdos o en último caso, eliminado al testigo simulando un accidente.
Estos peculiares hombres impecablemente vestidos parecen ser corteses pero amenazantes. A su vez, parece que estos poseen mucha información sobre la vida del testigo además de acudir a los mismos antes de que les de tiempo a contar lo que han visto, con lo que surge la pregunta de: ¿cómo saben lo que el testigo ha visto?
En otros casos, les visitan para intentar convencerles de que lo que han visto en realidad nunca ha sucedido. La nula expresión de sus rostros les otorga una apariencia no humana.
Estos personajes parecen estar íntimamente relacionados con la ufología y a los fenómenos extraños en los cielos, aunque según otros testimonios estos aparecen también cuando un sujeto es poseedor de una información comprometedora para un gobierno, una corporación mediática, un lobby de poder político, económico o social, etc…
Ya se hablaba de ellos en 1947 a raíz del famoso incidente del Caso Roswell, en Nuevo México, en el que –supuestamente- dos OVNI’s de origen no humano se estrellaron en un rancho de la localidad de Roswell
En cualquier caso, su apariencia y comportamiento son extraños y amenazadores. Otra opinión más escéptica argumentaría que estos personajes son simplemente un elemento folclórico dentro del fenómeno OVNI fruto de la influencia mediática la imaginación colectiva y la autosugestión o que el mito surgiera a raíz de la vestimenta de colores oscuros que utilizan muchos agentes de la CIA, el FBI y el servicio secreto.
Por otra parte, estudiosos de casos de encuentros con OVNI’s opinan que debe haber cierto elemento real en el tema debido a los casos reales de extorsiones y amenazas ocurridos a investigadores.
El ejemplo más conocido de la coacción mencionada llevada a cabo por estos hombres es el de Albert K. Bender. En septiembre de 1953, en Bridgeport, Connecticut, Albert, presidente de la Oficina Internacional de Platillos Volantes era editor de una famosa revista sobre OVNI’s.
Este anunció en uno de sus números que publicaría una verdad que asombraría al mundo ya que decía conocer el origen de los extraterrestres así como la razón de sus visitas a nuestro planeta. Este ejemplar jamás fue publicado ya que Albert recibió supuestamente la visita de tres hombres que confirmaron sus suposiciones y añadieron más datos escalofriantes que hicieron que enfermara y no comiera durante varios días.
Finalmente, se echó atrás y no desveló su información. Sus allegados decían que nunca volvió a ser el mismo desde la visita de esos extraños hombres y que jamás volvió a mencionar el tema OVNI con nadie durante años. Posteriormente, acusado de fuertes dolores de cabeza, escribió a duras penas el libro Flying Saucers and the Three Men, Los platillos volantes y los tres hombres, donde parecía desvariar sobre sus anteriores investigaciones hablando de proyecciones astrales a una base de platillos volantes situada en el Antártico. El libro pareció ser solamente una tapadera de lo que había ocurrido en realidad.
Otro caso de amenaza y quizás mucho más preciso que el anterior es el de Eduard Christiansen, que en noviembre de 1966 había visto un OVNI, pero no fue hasta el 9 de enero de 1967 cuando en su casa de New Jersey un hombre extraño llamó a su puerta. Dijo pertenecer a la oficina de localización de herederos además de afirmar que el señor Christiansen había heredado mucho dinero.
De inmediato Eduard se dio cuenta de que ese hombre era extraño. Medía unos 2 metros y tenía unos hombros muy anchos. Llevaba un largo abrigo negro de tela muy fina y un gorro de estilo ruso que, al quitárselo, descubrió que no tenía cabello. Describió sus ojos como saltones y sincronizados entre sí. Dijo también que su perro empezó a ladrar sin cesar cuando vio a ese extraño personaje. Como he mencionado antes, Christiansen también afirmó que ese hombre tenía una voz metálica.
Parece ser que no hubo amenaza alguna. No obstante, el matrimonio conocía la historia de los hombres de negro y supuso que su avistamiento fue la causa de la visita, por lo que decidieron mantener ese encuentro en secreto durante un tiempo.
Como curiosidad, os diré que unos personajes de aspecto idéntico a los que hemos descrito aparecen en las cartas “INWO” de Steve Jackson. Estas cartas fueron lanzadas al mercado en 1995:
Desde mi punto de vista y
según mi propia experiencia así como la de otras personas cercanas a mí,
considero que se trata de un fenómeno verídico protagonizado por unos
hombres que adoptaron esa vestimenta propia de los antiguos gángsters
italoamericanos. No obstante, este tema queda abierto a múltiples
interpretaciones.
Fuente: El Gran Misterio, Titular de la web: ETHAN, Posteado por: ETHAN.
Dirección de la nota: http://granmisterio.org/2013/03/13/los-hombres-de-negro-los-silenciadores/
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