La historia de
Venezuela está estrechamente ligada a la historia misma de la Masonería.
Desde antes de la Independencia, la Masonería viene jugando un papel
importante en la libertad y progreso del país. Los orígenes de la
Masonería Venezolana se encuentran, casi simultáneamente, en La Guaira,
en 1797, con la llegada de cuatro masones españoles, de tendencia
liberal, que incorporan a varios venezolanos a la actividad masónica, y
en Londres, en 1798, con el establecimiento de la Gran Reunión
Americana, fundada por el Precursor Francisco de Miranda, a través de la
cual –y de las Logias Lautarinas que fueron sus sucursales–, muchos
venezolanos se incorporaron a la actividad masónica. Más tarde, entre
1811 y 1818, nacen las primeras Logias en Cumaná, Carúpano y Angostura —
que más tarde, en 1846, se llamó Ciudad Bolívar– y donde se encuentran
las primeras actividades concertadas en torno a los principios
libertarios y humanistas de la Masonería. Sin embargo, avanzan los
estudios respecto de que las primeras Logias habrían funcionado en la
Isla Margarita desde 1807, sin que hasta la fecha se haya podido
confirmar la valiosa documentación disponible. Desde entonces, la
Masonería Venezolana juega un papel de primera importancia en la vida
nacional, marcada por una lucha continua por las ideas emancipadoras,
por un esfuerzo sostenido en pro de la independencia y por sostener el
régimen republicano, permanentemente amenazado.
1.- Los grandes
inspiradores. Los grandes inspiradores y actores de la emancipación
venezolana fueron masones: Bolívar, Miranda, Bello, Simón Rodríguez y
Sucre y todos los que, luego, participan en la dirección de la Venezuela
republicana son, también, miembros de la Masonería: Páez, Vargas,
Soublete, José Tadeo y José Gregorio Monagas, Julián Castro, Manuel
Felipe Tovar y Tovar, Falcón, Guzmán Blanco, Linares Alcántara, Crespo,
Andueza Palacio e Ignacio Andrade. De 15 Presidentes que tuvo Venezuela
en el siglo pasado, 13 pertenecieron a la Masonería. Las dictaduras que
durante el presente siglo afectaron gravemente a Venezuela, ejercieron
una constante perturbación de la Masonería, lo que explica que en el
presente siglo solo figura un Presidente de la República como miembro de
la Institución, el ilustre y notable venezolano, Raúl Leoni Otero.
2.-
Presión y penetración indebidas. El autoritarismo político, las cúpulas
políticas acomodaticias y el personalismo exacerbado habían encontrado
un severo escollo en la Masonería. Sus principios, eminentemente éticos y
solidarios, resultaban incómodos a quienes manejaban sin pulcritud la
cosa pública y a quienes, en un clima de escaso rigor moral, dañaban
gravemente los principios democráticos. La presión y la indebida
penetración ejercida, a comienzos de siglo y durante muchas décadas, en
contra de la Masonería y, desde luego, en contra de sus hombres más
distinguidos, terminaron por replegar la actividad masónica. La
Institución tampoco supo mantener la vigilancia necesaria. Los renovados
y persistentes esfuerzos de este tiempo han permitido vigorizar el
pensamiento y la acción masónica para responder no sólo a las exigencias
espirituales de sus miembros, sino a las necesidades de una sociedad
que ha visto decrecer sus valores. Hoy sólo cabe avanzar con plena
libertad, para el ejercicio plural de todas las creencias, y para que la
justicia social impida una economía.
individualista que ya margina a gran parte de la sociedad.
3.-
Masones en el Panteón Nacional. Como testimonio de la entrega masónica a
la vida nacional, los restos de 37 masones se encuentran hoy en el
Panteón Nacional, el templo en el cual el país ha querido inmortalizar a
sus más importantes servidores: Lisandro Alvarado, Raimundo Andueza
Palacio, Francisco Aranda, Juan Bautista Arismendi, Francisco de Paula
Avendaño, Andrés Bello (cenotafio), José Francisco Bermúdez, Andrés Eloy
Blanco, Rufino Blanco Fombona, José Félix Blanco, Simón Bolívar, Luis
Brión, Manuel Ezequiel Bruzual, Juan José Conde, Lino de Clemente,
Manuel María Echeandía, Juan Crisóstomo Falcón, Antonio Leocadio Guzmán,
Tomás Lander, Francisco Linares Alcántara, Mariño, Francisco de Miranda
(cenotafio), José Gregorio y José Tadeo Monagas, Juan de Dios Monzón,
Daniel Florencio O’Leary, José Antonio Páez, Juan Antonio Pérez Bonalde,
Judas Tadeo Piñango, Luis Razetti, Simón Rodríguez, José Tomás
Sanabria, José Laurencio Silva, Carlos Soublette, Antonio José de Sucre
(cenotafio), Diego Bautista Urbaneja y José María Vargas. Faltan que se
cumplan los decretos Presidenciales de 1875 y 1899 de repatriar y
trasladar al Panteón Nacional a los Presidentes de Venezuela Manuel
Felipe Tovar y Tovar y Antonio Guzmán Blanco, cuyos restos se encuentran
en los cementerios de Epinay y Passy de París, respectivamente, y
quienes fueron grandes servidores de Venezuela y distinguidos miembros
de la Masonería. La Masonería Venezolana trabaja actualmente en un
programa de sostenido perfeccionamiento ético y espiritual de sus
miembros y en un cuidadoso crecimiento que le permita enfrentar con
éxito la incertidumbre y los desafíos del Siglo XXI.
4.- La Gran
Logia de Venezuela. La Masonería Venezolana fue fundada el 24 de junio
de 1824. Dos meses antes, el 21 de abril, en presencia del Comisionado
Especial, Joseph Cerneau, calificado joyero e intelectual francés, de 61
años, se dieron los primeros pasos de la instalación, en Caracas, de
uno de los centros masónicos más importantes de ese tiempo. Su primer
Gran Maestro fue uno de los fundadores de la República, el distinguido
abogado, de 42 años, Diego Bautista Urbaneja Sturdy. Hijo de Barcelona,
pertenecía a una de las familias de más antigua y respetable figuración
en el oriente del país. Como Vice-Presidente de la República, Presidente
de la Corte Suprema de Justicia, Ministro o comisionado de Bolívar, el
Gran Maestro Urbaneja siempre fue considerado como “probo, leal,
patriota, siempre modelo de civismo”. Como Grandes Dignatarios de la
Gran Logia figura, junto al Gran Maestro Urbaneja, un grupo esclarecido
de la legión civil del ciclo libertario de Venezuela: José Cordero,
Manuel López de Umérez, José R. Martín, Andrés Narvarte, José María
Pelgrón, Fernando Peñaver y José María Lovera. Desde entonces, a la Gran
Logia le correspondió coordinar, en 1824, a las 18 Logias bajo su
dependencia, no sólo como organizaciones valerosas, sino de reflexión y
fomento de los ideales humanitarios que estimulaban el pensamiento de
avanzada. No hay que olvidar que en los trece años de sacrificios que
costó la independencia venezolana hasta 1823, se había perdido el 30% de
su población. Todavía en 1829 había brotes realistas. Cuando en 1830
Venezuela se separa de la Gran Colombia, la Gran Logia cayó en sueño a
consecuencia de los compromisos contraídos por sus miembros con la
estructuración de la naciente vida republicana. Hasta que el 9 de
septiembre de 1838, bajo el mismo Gran Maestro Urbaneja. La Gran Logia
acuerda reactivarse y proseguir su obra bienhechora, la que cumple, sin
otra interrupción, hasta la fecha. Los masones jugaron un papel decisivo
en la gesta emancipadora y en el desarrollo republicano del país. Ahora
una nueva y vigorosa generación está empeñada en la defensa de los
valores morales quebrantados y en el desarrollo de nuevas tareas
culturales y espirituales que permitan, junto a su perfeccionamiento
personal, una sociedad más justa, tolerante y solidaria, que garantice
el trabajo, la educación, la salud y la dignidad del hombre, sin gestos
de conmiseración, bajo el imperio de la democracia. Entre 1824 y 1998,
la Gran Logia ha tenido 60 Grandes Maestros en 67 períodos
constitucionales y sus 126 Logias se han extendido a través de todo el
país como centros creados para servir y complementar al hombre y
trabajar por el advenimiento de una sociedad más justa y solidaria en
los años que vienen. La Gran Logia de Venezuela celebra cuatro asambleas
anuales, una reunión anual de Venerables Maestros (presidentes de cada
Logia) y una reunión anual en cada una de las 7 zonas geográficas en que
ha dividido administrativamente su jurisdicción. La Gran Logia de
Venezuela pertenece a la Confederación Masónica Interamericana (CMI) y a
la Confederación Masónica Bolivariana (Bolivia, Colombia, Ecuador,
Panamá, Perú y Venezuela) y tiene relaciones y representantes en todas
las Grandes Logias del mundo.
Fuente: Espiritismo Venezolano y sus Cortes, publicado por: MAGOESOTÉRICO.
Fecha de publicación: Mayo 05, 2012.
Dirección de la nota: http://espiritismovenezuela.foroes.biz/t2886-historia-de-la-masoneria-venezolana
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