Por el Dr. Mercola
Los alimentos procesados quizá es uno de los aspectos más dañinos en la alimentación de la mayoría de las personas, contribuyendo con la mal salud y las enfermedades crónicas. Uno de los principales culpables es el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), los peligros de los cuales hablo en prácticamente cada artículo relacionado con la alimentación que he escrito.
El segundo culpable es el aceite de soya parcialmente hidrogenado.
Estos dos ingredientes, ya sea que estén solos o combinados, se encuentran en prácticamente todos los alimentos procesados y se puede argumentar convincentemente que estos dos alimentos son los principales factores que contribuyen con la mayoría de las enfermedades degenerativas que atacan a los estadounidenses hoy en día.
Parte del problema con el aceite de soya parcialmente hidrogenado es que contiene grasas trans. La otra parte se relaciona con los riesgos a la salud que representa la soya en sí misma. Sumándole es el hecho de que la mayoría de maíz y soya son transgénicos o genéticamente modificados.
Como los efectos secundarios para la salud a causa de las grasas trans ya han sido identificados y reconocidos, la industria agrícola y alimentaria ha luchado para llegar a nuevas alternativas.
Se ha identificado al aceite de soya parcialmente hidrogenado como el culpable principal y por buenas razones. Desafortunadamente, las grasas saturadas aún son erróneamente consideradas como poco saludables por muchos “expertos” en salud, en lugar de recomendar grasas tropicales realmente saludables como las del aceite de coco, que en su mayoría es cultivado fuera de los Estados Unidos. En lugar de eso, la industria alimentaria ha buscado alternativas domesticas dentro de los Estados Unidos ofrecidas por compañías como Monsanto, que ha desarrollado soya modificada que no necesita de la hidrogenación.
¿Por Qué la Hidrogenación?
Los estadounidenses consumen más de 28 millones de libras de aceites comestibles al año y el aceite de soya representa el 65 por ciento del total. Cerca de la mitad es hidrogenada, ya que el aceite de soya es muy inestable para ser utilizado para la fabricación de alimentos. Una de las razones principales de la hidrogenación del aceite es prolongar su vida útil. La mantequilla cruda, por ejemplo, es probable que se ponga rancia mucho más rápido que la margarina.
Este proceso también hace al aceite más estable y aumenta su punto de fusión, lo que le permite ser utilizado en varios tipos de procesamientos de alimentos que utilizan altas temperaturas.
El aceite hidrogenado1 se hace al meter el gas hidrogeno en el aceite por medio de una presión muy alta. Prácticamente cualquier aceite puede ser hidrogenado. La margarina es un buen ejemplo, ya que casi la mitad del contenido de grasa son grasas trans. El proceso que crea aceite parcialmente hidrogenado altera la composición química de los ácidos grasos esenciales, como la reducción o eliminación del ácido linoléncio, un ácido graso triinsaturado altamente reactivo, transformándolo en un ácido linolénico mucho menos reactivo, por lo tanto se previene la rancidez oxidativa cuando se utiliza en la concina.
A finales de la década de 1990, los investigadores comenzaron a darse cuenta que esta alteración química en realidad podría causar efectos adversos para la salud. Desde entonces, los científicos han comprobado esto hasta el punto de no conflicto.
Tome en cuenta de que existe una diferencia entre los aceites “completamente hidrogenados” y “parcialmente hidrogenados”. Mientras que el aceite parcialmente hidrogenado contiene grasas trans, el aceite completamente hidrogenado no las contiene, ya que cuando se hace todo el proceso de hidrogenación la transformación molecular de los ácidos graso continúa y transforma las grasas trans en ácidos grasos saturados. Sin embargo, el aceite de soya completamente hidrogenado tampoco es una opción saludable, por razones de las que hablaré a continuación.
Los Riesgos para la Salud de las Grasas Trans Encontradas en el Aceite Parcialmente Hidrogenado
Las grasas artificiales y antinaturales creadas por medio del proceso de hidrogenación parcial altera y causa caos en su cuerpo a nivel celular y los estudios han relacionado las grasas trans con:
Cáncer, al interferir con enzimas en su cuerpo que combaten el cáncer
Problemas crónicos de salud como la obesidad, el asma, las enfermedades autoinmunes, el cáncer y la degeneración de los huesos
Diabetes, al interferir con los receptores de insulina en sus membranas celulares
Enfermedades cardiacas, al coagular sus arterias (entre las mujeres con enfermedad cardiaca coronaria, comer grasas trans triplica el riesgo de ataque cardiaco)
Disminución en la función inmunológica, reduciendo la respuesta inmunológica
Aumenta los niveles sanguíneos de la lipoproteína de baja densidad (LDL) o colesterol “malo”, mientras que disminuye los niveles de la lipoproteína de alta densidad (HDL) o colesterol “bueno”
Problemas reproductivos, al interferir con las enzimas necesarias para producir hormonas sexuales
Interfiere con la capacidad de su cuerpo para utilizar las grasas benéficas omega-3
Como de costumbre, necesitaron pasar muchos años antes de que las recomendaciones convencionales de salud comenzaran a hacer advertencia sobre el uso de las grasas trans. No es de sorprender, que tan pronto como la FDA le pidió a los fabricantes que enlistaran en la etiqueta el contenido de grasas trans- que se hizo efectivo el 1 de enero del 2006- la industria comenzó a buscar alternativas viables para atraer a los consumidores que comenzaban a buscar en la etiqueta “Sin grasas trans”. No tomó mucho tiempo antes de que Monsanto creara un tipo de soya transgénica de bajo en ácido linolénico, del cual hablaremos en un momento.
Tome en cuenta que algunos fabricantes de alimentos han optado por simplemente engañar a los compradores- una táctica permitida por la FDA, ya que cualquier producto que contenga menos un gramo de grasas trans por porción puede ser considerado como libre de grasas trans.2 Este truco reduce el tamaño por porción y los sitúa por debajo de lo permitido. Algunas veces, esto se traducirá en porciones excesivamente pequeñas, así que al momento de revisar la etiqueta y la porción equivalga a algo como 10 chips o una galleta, entonces probablemente contenga grasas trans.
Los Riesgos para la Salud de la Soya
Además de los riesgos a la salud relacionados con las grasas trans creadas por el proceso de hidrogenación parcial, el aceite de soya, por donde se vea, NO es un aceite saludable. A esto añádale el hecho de que la mayoría de la soya cultivada en los Estados Unidos es transgénica, que podría tener sus propias consecuencias de salud. Cuando se toman en conjunto, el aceite de soya parcialmente hidrogenado se vuelve en uno de los peores tipos de aceite que puede consumir.
Hace unos años, los aceites tropicales, como el aceite de palma y el aceite de coco, eran utilizados de forma común para la producción de alimentos estadounidenses. Sin embargo, obviamente estos aceites no eran hechos en los Estados Unidos. Con excepción de Hawái, nuestro clima no es lo suficientemente tropical. Alentado por incentivos financieros, la industria ideó un plan para cambiar el mercado de aceites tropicales por algo “cultivado localmente”. Como resultado, se creó un movimiento para demonizar los aceites tropicales y remplazarlos con aceites domésticos como el maíz y la soya.
La grasa principal en el aceite de soya es la omega-6. Y aunque si necesitamos de esta grasa, es muy raro que alguna persona pueda desarrollar deficiencia de ella porque es muy común en nuestra alimentación diaria. Los estadounidenses en general consumen mucho más grasas omega-6 que omega-3, esto se debe principalmente a la cantidad excesiva de grasas omega-6 encontrada en los alimentos procesados.
Las grasas omega-6 se encuentran en casi todos los alimentos de origen animal y en muchas plantas, por lo que la deficiencia es algo poco común. Estas grasas omega-6 también son altamente procesadas y por lo tanto se dañan, lo cual es parte del problema de obtener mucho de la alimentación. Las grasas omega-6 que se encuentran en el aceite de soya promueven la inflamación crónica en su cuerpo, que es el problema principal de prácticamente todas las enfermedades crónicas.
¿Qué Pasa con el Aceite de Soya Orgánico?
Inclusive si usted es lo suficientemente afortunado para encontrar el aceite de soya orgánico, esto sigue teniendo varias cuestiones importantes que lo colocan lejos de ser benéfico para la salud. La soya, por donde se vea, ya sea orgánica o no, contiene un gran número de componentes que pueden dañar su salud, tales como:
Goitrógenos: Los goitrógenos, encontrados en toda a soya sin fermentar ya sea orgánica o no, son sustancias que bloquean la síntesis de las hormonas tiroideas e interfiere con el metabolismo del yodo, por lo tanto interfiere con su función tiroidea
Isoflavones: genistreína y daidzeína- Los isoflavones son un tipo de fitoestrógeno, que es un compuesto de la planta parecido al estrógeno humano, que es la razón por la que algunos recomiendan utilizar soya terapéuticamente para tratar los síntomas de la menopausia.
Creo que la evidencia es altamente controversial y dudo que funcione. Por lo general, la mayoría de nosotros está expuesto a muchos compuestos de estrógeno y tenemos un nivel poco ideal de testosterona, por lo que es realmente importante limitar la exposición de los fitoestrógenos. Incluso más importante, existe evidencia de que podría alterar la función endocrina, causan infertilidad y promueven el cáncer de mama, que en definitiva es una preocupación significativa.
Ácido fítico: Los fílatos (ácido fítico) se une a los iones metálicos, evitando la absorción de ciertos minerales, incluyendo el calcio, magnesio, hierro y zinc- todos los cuales son co-factores para una bioquímica óptima en su cuerpo. Esto es particularmente problemático para los vegetarianos, porque comer carne reduce los efectos del bloqueo de minerales de estos fitatos.
Algunas veces puede ser benéfico, especialmente en mujeres postmenopáusicas y en la mayoría de los hombres adultos porque tienden a tener niveles de hierro que son muy altos lo cual puede ser un oxidante muy potente y causar estrés biológico. Sin embargo, el ácido fítico no necesariamente inhibe selectivamente la absorción de hierro, inhibe todos los minerales. Esto es muy importante y lo debe recordar, ya que muchas personas ya sufren de deficiencia de minerales a causa de una mala alimentación.
La soya tiene de los niveles más altos de fitatos en comparación con otros granos y legumbres y los fitatos en la soya son altamente resistentes a las técnicas normales para reducir estos componentes, como la cocción lenta. Tan sólo un largo periodo de fermentación reducirá significativamente el contenido de fitatos dela soya.
Las toxinas naturales conocidas como “anti-nutrientes”: La soya también contiene otros factores anti nutricionales como las saponinas, inhibidores de próstata y oxalatos. Algunos de estos factores interfieren con las enzimas necesarias para digerir las proteínas. Mientras que una pequeña cantidad de anti-nutrientes no tendría por qué causar problemas, la cantidad de soya que muchos estadounidenses están comiendo es extremadamente alta.
Hemaglutina: La hemaglutina es una sustancia promotora de coágulos que provoca que sus glóbulos rojos se agrupen. Estos glóbulos rojos agrupados son incapaces de absorber apropiadamente y distribuyen el oxígeno en sus tejidos.
Lo Peor de Todo- El Aceite de Soya Transgénico o Genéticamente Modificado
La variedad transgénica o genéticamente modificada (GM) plantada en más del 90 por ciento de las hectáreas de soya es rociada con cantidades letales del herbicida de Monsanto Roundup Ready (glifosato) con el fin de que sobrevivan. La lógica detrás de los cultivos rociados con Roundup Ready como el de la soya puede disminuir el costo de producción matando a todo menos a la planta de soya.
Sin embargo, los estudios en animales revelan que podría haber efectos adversos significativos para la salud a causa de la soya transgénica, incluyendo el aumento progresivo de las tasas de infertilidad con el paso de las generaciones. Para la tercera generación, prácticamente todos los hámsters de un estudio resultaron con infertilidad. La segunda generación de hámsters criados con soya transgénica también tuvieron una tasas cinco veces mayor de mortalidad infantil.
¿La Soya Baja en Ácido Linolénico es la Respuesta?
Ahora también tenemos otro cultivo de soya hecho por Monsanto con la cual lidiar. Respondiendo a la demanda de alimentaciones más saludables, Monsanto lanzó soya baja en ácido linolénico Vistive en el 2005. La mayoría de la soya contiene alrededor de siete por ciento de ácido linolénico. Las nuevas variedades contienen de uno a tres por ciento. Como lo explica Monsanto3 :
“El aceite de estas semillas puede reducir o prácticamente eliminar las grasas trans en el aceite de soya procesado…La soya baja en ácido linolénico Vistive tienen niveles más bajos de ácido linolénico. Debido a estos niveles, que son alcanzados por medios de prácticas de mejoramiento tradicionales4 , el aceite es utilizado para aumentar la vida útil y la estabilidad de sabor en los alimentos fritos, horneados, en los bocadillos y otros alimentos procesados.”
Sin embargo, otra variedad de soya creada por Monsanto es la soya rica en estearato, que también tiene propiedades de la margarina y la manteca pero sin hidrogenación. Pero esta soya no es mejor ni más segura que cualquier otro tipo de soya o que la soya rociada con Roundup Ready, a pesar de que no son sometidas a la hidrogenación parcial, ¿eso significa que no contienen grasas trans? Nadie lo sabe.
Otro Riesgo de la Soya Transgénica: El Glifosato
Sigo sumando riesgos a la salud nuevos a los que ya existían y aquí le traigo otro: La investigación ha demostrado que el aceite de soya proveniente de la soya rociada con Roundup Ready está llena de glifosato que es su ingrediente principal de este herbicida de amplio espectro creado por Monsanto.
De acuerdo con un reporte publicado en la revista Chemical Research in Toxicology, la LMR más alta para el glifosato en los alimentos y productos de alimentación en los Estados Unidos es de 20 mg/kg. Se ha encontrado que la soya transgénica contiene residuos tan altos como 17 mg/kg y han ocurrido malformaciones en los embriones de gallinas y ranas con tan sólo 2.03 mg/kg.5 Eso es 10 veces menor que el LMR.
Este es un hallazgo alarmante porque el glifosato fácilmente es uno de los venenos más ignorados en el mundo. Una investigación publicada en el 2010 demostró que el producto químico, que trabaja inhibiendo una enzima llamada EPSP que es necesaria para el crecimiento de plantas, causa defectos de nacimiento en los embriones de gallinas y ranas a niveles mucho más bajos que los utilizados6 en la agricultura y jardinería. Las malformaciones afectan principalmente:
Cráneo
Cara
La línea media y el desarrollo del cerebro
Médula espinal
Cuando se aplica a los cultivos, el glifosato se convierte en parte de la planta, así que no puede ser eliminado. Una vez que se come este cultivo, el glifosato termina en su intestino en donde puede dañar sus bacterias benéficas. Esto puede causar estragos en su salud, ya que el 80 por ciento de su sistema inmunológico reside en el intestino (GALT- Intestino relacionado con los tejidos linfáticos) y depende de una relación saludable entre las bacterias buenas y malas. Otra investigación también descubrió los siguientes efectos causados por el glifosato:
Alteración endocrina
Daño al ADN
Toxicidad en el desarrollo
Neurotoxicidad
Toxicidad reproductiva
Cáncer
Para Evitar las Grasas Dañinas de Todo Tipo, Deshágase de los Alimentos Procesados
Si quiere evitar las grasas peligrosas de todo tipo, lo mejor es eliminar de su alimentación los alimentos procesados. De ahí, utilice estos consejos para asegurarse de estar comiendo las grasas correctas para la salud.
Utilice mantequilla orgánica (de preferencia hecha de leche cruda) en lugar de utilizar margarina o aceites vegetales. La mantequilla es un alimento entero saludable que ha recibido mala reputación no justificada.
Utilice aceite de coco para cocinar. Es mucho mejor que cualquier otro aceite para cocinar y tiene muchos beneficios de salud.
Asegúrese de comer grasas crudas, como las provenientes de los aguacates, productos lácteos crudos, aceite de oliva, huevos orgánicos pasteurizados, nueces crudas, en especial las nueces macadamia que son relativamente bajas en proteína. También tome una fuente de omega-3 de origen animal y de alta calidad, como el aceite de krill.
Al seguir mi plan nutricional automáticamente reducirá el consumo de grasas trans, ya que le dará la guía para enfocarse en alimentos enteros en lugar de alimentos procesados. Recuerde que prácticamente todos los alimentos procesados contienen Jarabe de Maíz de Alta Fructosa (probablemente hecho de maíz transgénico) o aceite de soya- ya sea en su forma parcialmente hidrogenada, que probablemente es hecha de soya transgénica, llena de glifosato o de otra variedad nueva de soya creado para no necesitar de la hidrogenación. Todas representan malas noticias, si usted valora su salud.
Fuente: http://espanol.mercola.com/boletin-de-salud/aceite-de-soya.aspx
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