Existen determinados films que han
pasado a formar parte de la historia negra del cine.
Determinadas películas que se han visto envueltas en oscuros y extraños
acontecimientos que han terminado por, incluso, cobrarse las vidas de
algunos miembros del rodaje en las fechas cercanas a la producción del
film. Son especialmente famosas aquellas cintas que tuvieron como
argumento aspectos sobrenaturales o diabólicos. Hoy, en MD, vamos a dar a conocer algunos de los casos más famosos de películas malditas que salpicaron la historia de Hollywood:
EL CONQUISTADOR DE MONGOLIA (The Conqueror, 1956)
Si existe una película realmente maldita
y que se cobró la vida de una larga lista de participantes en la misma
fue, sin lugar a dudas, “El conquistador de Mongolia”.
Aunque, en el caso de esta película, encontramos una explicación
totalmente “racional” a tan siniestra lista de fallecidos. “El conquistador de Mongolia” fue una película épica de 1956, producida por Howard Hughes, dirigida por Dick Powell y protagonizada por grandes estrellas del cine en la época, como John Wayne o Susan Hayward.
La película, que narra la historia del conquistador Genghis Khan
(interpretado por John Wayne), fue un completo fracaso entre la
crítica, que la catalogó como una de las peores películas de la historia
del cine; sin embargo, tuvo una buena acogida entre el público que,
entregado a lista de conocidos nombres que intervenían en la misma, aupó
la cinta al puesto 11 de la taquilla en 1956, recaudando más de 4
millones de dólares.
Pero lo que aquí deseamos destacar y
abordar no se ciñe a su éxito o fracaso financiero, sino al hecho de
que, de las 220 personas que intervinieron en la producción de la
película, 91 de ellas enfermaron gravemente, y 46 habían muerto antes de
1981.
El motivo de ésta “maldición”, fue el
lugar donde se rodaron las escenas exteriores del film. Y es que la
película se rodó en localizaciones cercanas a St George, en el desierto de Utah,
al sotavento de los escasos 200 kilómetros de donde el ejército de los
EE.UU. llevaba a cabo sus pruebas nucleares de los años 50 en el estado
de Nevada. Por si esto no fuera suficiente, Hughes transportó
más de 60 toneladas de tierra del desierto de Utah a Hollywood para que
los decorados de la película presentasen el mismo aspecto que el de las
escenas rodadas en exteriores.
Tanto Hughes, como el staff encargado de
la producción del film, conocían la circunstancia de que en los
terrenos colindantes, el ejercito de EE.UU. había llevado a cabo
importantes pruebas de armamento nuclear. Si bien tales pruebas no se
realizaron durante la filmación de la película, sí que habían sido muy
numerosas el año anterior, alcanzado la cifra de 11 explosiones
“controladas” en 1955. Además, en 1953, el ejército de USA había llegado
a detonar dos de sus bombas más poderosas en Nevada, la conocida como “Harry” (de 32,4 kilotones) y la poderosa “Simon” (de 51,5 kilotones), verdaderos monstruos atómicos en comparación con la bomba arrojada en Hiroshima (que fue de apenas 13 kilotones).
Como consecuencia de ello, y arrastrado
por el viento, se formaron grandes depósitos radiactivos de estroncio 90
y celsio 137 en las dunas de “Snow Canyon”, lugar exacto donde la mayoría de las escenas de “El conquistador de Mongolia”
fueron rodadas. Aparte de ésto, también pudieron resultar afectados
determinados alimentos consumidos por el equipo de rodaje, aumentando el
riesgo del personal de la película al consumir carne, lácteos y
productos de la zona. El resultado de ello fue lo anteriormente citado,
91 de los miembros del rodaje enfermaron de cáncer en los años
posteriores al estreno de la película y 46 de ellos murieron, entre
ellos nombres tan destacados como:
- Richard Ewing “Dick” Powell,
director de la película. Apenas 6 años después de terminar el rodaje,
el 27 de septiembre de 1962, Powell reconocía, públicamente, estar
siendo tratado de un cáncer en el cuello. Fallecía un año más tarde, el 2
de enero de 1963, por un linfoma. Tenía 58 años.
- Pedro Gregorio Armendáriz Hastings. Más conocido como Pedro Armendáriz
y uno de los actores mexicanos más famosos de Hollywood en los años 50.
Poco tiempo después de concluir su papel en “El conquistador de
Mongolia” comenzó a sufrir fuertes dolores en la zona pélvica. Los
doctores del Centro Médico de UCLA, en California, le descubrieron un
cáncer en la cadera. A pesar de ello, actuó en la famosa película de la
saga de James Bond “Desde Rusia con amor” soportando
fuertes dolores (se le puede ver cojear ostensiblemente en el film) para
dejar saneada económicamente a su familia. Murió a los 51 años, el 18
de junio de 1963, después de dispararse en el corazón con una pistola
que había introducido en el hospital de manera clandestina.
- Susan Hayward, famosa actriz de Hollywood ganadora del Oscar en 1958 por su papel en la película “I want to live!”.
Se le diagnosticó un tumor cerebral en 1973. Murió como consecuencia de
ello dos años más tarde, el 14 de marzo de 1975 después de sufrir un
colapso en su casa de Beverly Hills. Tenía 57 años.
- Agnes Robertson Moorehead, que se hizo famosa por interpretar a Endora en la serie televisiva “Embrujada”, lo que le proporcionó premios tan prestigiosos como el Globo de Oro o el Emmy. En 1953 consiguió un papel en “El conquistador de Mongolia”
y sería uno de los primeros miembros del reparto que, años después,
sospechó de la conexión entre los casos de cáncer presentes en el
personal del film y las pruebas nucleares del desierto de Utah. En 1974
murió debido a un cáncer de útero. Su amiga Sandra Gould, que había compartido reparto con Moorehead en “Embrujada” recuerda que mucho antes de serle diagnosticado el tumor, Agnes le relató los rumores de que existían “gérmenes radiactivos”
durante el rodaje de la película en Utah. Le enseñó una fotografía de
algunos miembros del rodaje y le dijo que, todos ellos, “habían enfermado de cáncer y habían muerto”, lamentandose luego de que “nunca debí formar parte de aquella película”.
- John Wayne,
considerado por el American Film Institute como uno de los 15 actores
masculinos más legendarios de la historia del cine y que murió a los 72
años de cáncer de estómago el 11 de junio de 1979. A pesar de todos los
casos registrados durante el rodaje su viuda, Pilar Wayne, nunca llegó a
pensar que el cáncer de su marido se debiese a la contaminación
radiactiva presente en las localizaciones de rodaje de “El conquistador
de Mongolia”, sino al masivo consumo de cigarrillos del famoso actor,
que llegaba a fumar hasta seis cajetillas de tabaco al día.
Robert C. Pendleton, director de salud radiológica de la Universidad de Utah declaró que, “con
estas cifras, este caso podría considerarse como una verdadera
epidemia. La conexión entre la radiación y los casos individuales de
cáncer ha sido imposible de demostrar de manera concluyente. Pero en un
grupo de ese tamaño (220 personas), según las estadísticas, habría que
esperar unos 30 casos de cáncer. Con 91, creo que el caso de ‘El
conquistador de Mongolia’ podría, incluso, llevarse a los tribunales”.
Solo hemos expuesto las víctimas más
famosas de la “maldición” de esta película, aunque existieron muchos más
entre victimas mortales y no mortales, entre ellos, y solo por citar
unos pocos, Michael Wayne, que desarrolló cáncer de piel; Patrick Wayne, que se vio afectado por un cáncer de mama, aunque se recuperó del mismo; Tim Baker, al que se le eliminó un cáncer en la boca; John Hoyrt, que murio de cáncer de pulmón, ect, ect, ect…
Howard Hughes nunca se perdonó por realizar el rodaje de “El conquistador de Mongolia”
en los alrededores de las pruebas atómicas del ejercito estadounidense,
a pesar de que el gobierno federal aseguró a los productores de la
película que las pruebas nucleares no causaban ningún peligro para la
salud pública.
A pesar de encontrar una explicación racional a la larga lista de muertes relacionadas con “El conquistador de Mongolia”,
el film sigue considerándose como una de las películas más malditas de
la historia del cine después de haberse cobrado la vida de 46 miembros
involucrados en el rodaje de la misma.
SUPERMAN (1978)
En el caso de Superman podríamos hablar de una doble maldición. Por un lado la maldición sobre la famosa película de Richard Donner de 1978 y, por otro lado, a la maldición que dicen pesa sobre aquellos que se atrevieron a encarnar al famoso superheroe de DC Comics.
Bud Collyer fue el primer actor en dar vida a Superman.
No prestó su físico para ello, sino solo su voz, pues Collyer fue en
encargado de recitar los diálogos del superheroe en la serie de radio y
dibujos animados de los años 40 y 60. Bud Collyer murió por “leves problemas circulatorios” pocos años después. Kirk Alyn, que encarnó a Superman
en 1948 y 1950 nunca más volvió a conseguir un papel como actor. Estos,
no serían más que hechos anecdóticos en comparación con lo que luego
sucedería con los sucesivos actores encargados de personificar al más
famoso de los superheroes.
El siguiente en la lista fue George Reeves, que dio vida al personaje en la popular serie televisiva de los años 50, “Las aventuras de Superman”.
Reeves fue hallado muerto en su habitación el 16 de junio de 1959 a los
44 años de edad. La leyenda urbana afirma que Reeves se volvió loco y,
como Bela Lugosi, su personaje llegó a apropiarse de la
personalidad del actor que lo encarnaba, de tal manera que Reeves saltó
por la ventana disfrazado de Superman creyendo que, de verdad,
era capaz de volar. Aunque lo que en realidad sucedió fue que Reeves fue
hallado por la policía de Los Angeles con un disparo en la cabeza y una
Luger de 9mm tirada a los pies. Aunque se dictaminó la causa de la
muerte como un suicidio, nunca estuvo del todo claro que mató en
realidad a Reeves. La película Hollywoodland, protagonizada por Ben Affleck y Adrien Brody
dramatiza a investigación de la muerte de Reeves y muestra las
tres hipótesis que los investigadores barajaron con respecto a ella: un
homicidio “accidental” por parte de Leonore Lemmon (que era la novia de Reeves), asesinado por un anónimo sicario contratado por Eddie Mannix (un alto cargo de la Metro-Goldwing-Mayer del que se dice que Reeves tenía un romance con su mujer) o el suicidio. De cualquier forma, el personaje de Superman ya se había cobrado su segunda víctima.
El siguiente actor encargado de dar vida a Superman y que pasó a engrosar la lista negra de victimas de la maldición fue el más recordado de todos ellos, Christopher Reeve. Reeve había aprendido a montar a caballo en 1985 para el rodaje de Anna Karenina,
a pesar de tener alergia a los caballos, esta se curó pronto por si
sola y Reeve comenzó a ser un entusiasta de la equitación, llegando a
adquirir una yegua “pura sangre” y competir en algunas exhibiciones. El
27 de marzo de 1995, en una competición que se estaba celebrando en Culpeper,
la yegua de Reeve se negó a saltar un obstáculo y catapultó al actor
hacia las vallas. El casco le salvó de cualquier clase de lesión
cerebral, pero su cuerpo se precipito al suelo, destrozándole la primera
y segunda vertebra, condenándole a quedar inmóvil de cuello hacia abajo
y mantener la respiración mediante aparatos asistidos. El 9 de octubre
de 2004, entró en parada cardíaca, cayó en estado de coma y murió 18
horas después, el día 10 de octubre, en un Hospital de Nueva York. Tenía
54 años.
Idéntica suerte corrió Richard Lester, director adjunto de Superman II y Superman III,
que tuvo un accidente montando a caballo en el que sufrió una rotura de
pelvis y murió poco después debido a una hemorragia interna.
Richard Pryor, el popular actor cómico norteamericano que compartió protagonismo con Reeve en Superman III, murió prematuramente víctima de una esclerosis múltiple.
Por último, la actriz canadiense Margot Kidder, que interpretó el papel de la novia de Superman, Lois Lane,
en la popular saga cinematográfica de los años 70 y 80, tuvo un
accidente automovilístico en 1990 que a punto estuvo de valerle su vida.
Sin embargo, Kidder ocupó portadas de revistas y varios programas de
televisión cuando, en 1996, sufrió un extraño episodio de amnesia.
Desapareció sin dejar rastro cuando se dirigía al aeropuerto,
permaneciendo en paradero desconocido durante más de tres días.
Finalmente, la policía de Los Angeles la encontró “asustada y paranoica” escondida en el jardín de una casa de Glendale
(California). Margot se había destrozado los dientes, había rasgado su
ropa y cortado el pelo a navajazos. Los médicos dictaminaron que no se
encontraba bajos los efectos del alcohol ni de las drogas, aunque ella
aseguraba que huía de alguien. A raíz de ello se la ingresó en un
Centro Psiquiátrico en donde se le diagnosticó alguna clase
de trastorno bipolar que ha marcado toda su vida desde entonces.
REBELDE SIN CAUSA (Rebel Without a Cause, 1955)
“Rebelde sin causa” es un drama
de 1955 sobre la adolescencia de la clase media, donde se aborda la
decadencia moral de la juventud norteamericana, así como las profundas
diferencias y conflictos intergeneracionales. Fue dirigida por Nicholas Ray
y protagonizada por un elenco de jóvenes y prometedores actores que,
los más talentosos, no llegaron a cumplir los 45 años envueltos en una
serie de muertes extrañas. Ésto le valió a “Rebelde sin causa” el titulo de “película maldita”.
El primero de los actores víctimas de la “maldición” fue el famoso Jeans Dean, que murió el 30 de septiembre de 1955 tras sufrir un grave accidente de tráfico cuando viajaba en su Porche 550 Spyder por la ruta 466 en dirección a Paso Robles (Califronia). Su acompañante, el mecánico Rolf Wütherich,
sobrevivió al accidente, pero Jeans Dean falleció atrapado bajo el
amasijo de hierros en los que se había transformado el Porche Spyder
después de chocar contra el Ford Tudor coupe de 1950 que conducía un joven estudiante de 23 años llamado Cal Poly. Dean tenía 24 años.
La siguiente víctima de la maldición fue el actor Nick Adams,
que murió el 7 de febrero de 1968 a los 36 años de edad por una
sobredosis de medicamentos recetados bajo prescripción facultativa.
Aunque las primeras investigaciones apuntaron hacia el suicidio, la
muerte de Adams aún permanece envuelta en el misterio, pues jamás estuvo
del todo claro si Adams había sido víctima de un asesinato, como
algunos de sus mas allegados defienden. Sin embargo, nunca se encontró
un móvil que pudiese hacer sospechar a la policía de que la muerte de se
debiese a un homicidio, por lo que el caso fue archivado pasando a
convertirse en una de las muertes mas misteriosas de Hollywood.
Unos años más tarde, la maldición golpeó a otro de los actores protagonistas del film, Sal Mineo.
Por aquella época, Sal Mineo se encontraba inmerso en un proyecto
teatral que le había hecho ganar grandes críticas encarnando el papel de
un ladrón bisexual. Cuando regresaba a su casa después de un ensayo de
la obra, fue sorprendido por un asaltante que, según diversas fuentes,
le asestó una o varias puñaladas; una de ellas le perforó el corazón.
Era el 12 de febrero de 1976 y Mineo tenía 37 años. Poco después fue
detenido como sospechoso del crimen un repartidor de pizzas llamado Lionel Ray Williams, que fue condenado a 57 años de prisión en marzo de 1979.
La última de las víctimas fue la famosa Natalie Wood
que, como en el caso de su colega de reparto Nick Adams, su muerte
continua siendo un completo misterio, hasta el punto de que en 2012,
después de reabrirse el caso de su fallecimiento, el veredicto fue el de
“causa de la muerte indeterminada”.
El 29 de noviembre de 1981, Natalie Wood tenía 43 años y se encontraba navegando con su esposo Robert Wagner y el actor Christopher Walken en un barco comandado por el capitán Dennis Davern
rumbo a Isla de Santa Catalina en las costas de California cuando se
ahogó. Su cuerpo fue descubierto a una milla de distancia de la
embarcación. Walken dijo que Natalie y Robert habían tenido una fuerte
disputa la noche anterior, aunque finalmente la discusión se calmó.
Según Robert, cuando se fue a la cama, Natalie no estaba allí, aunque no
se preocupó por ello pues pensaba que su mujer aún se encontraba
resentida por la discusión. El informe de la autopsia reveló que Woods
tenía un nivel de 0,14% de alcohol en sangre, aunque también encontraron
restos de medicinas en el torrente sanguíneo, en concreto de un
analgésico y una píldora para controlar el mareo, lo que pudo haber
potenciado los efectos del alcohol. Su cadáver también presentaba
moratones en su cuerpo y brazos, así como abrasiones en su mejilla
izquierda, aunque no se pudo determinar si las lesiones fueron
producidas al caerse por la borda y luchar para volver a la embarcación o
por otras circunstancias. El forense concluyó que Natalie Woods pudo
haberse precipitado por la borda al haber estado bebiendo y consumiendo
fármacos por lo que la causa de la muerte fue el de ahogamiento.
El caso fue reabierto en noviembre de
2011 cuando el capitán del navío Dennis Davern aseguró haber mentido a
la policía y sospechar que la discusión fue la causa de la muerte. Sin
embargo, después de nueve meses de investigación, el nuevo forense no
pudo encontrar pistas, por lo que dictaminó que los motivos por los que
Woods se precipitó por la borda no estaban “claramente establecidos” y la razón de la muerte fue la de “ahogamiento y otros factores no determinados”.
Con éste otro negro episodio mortal dentro de Hollywood se cerró la maldición de “Rebelde sin causa”.
VIDAS REBELDES (The Misfits, 1961)
Esta película de 1961 que contó con un guión escrito por el magnifico autor Arthur Miller y que fue dirigida por John Huston contó con tres estrellas protagonistas: Clark Gable, Marilyn Monroe y Montgomery Cliff. Todos ellos morirían antes de los 5 años siguientes al fin del rodaje.
Apenas dos días después de finalizar la filmación, el mas veterano del reparto, Clark Gable que por entonces tenía 59 años, sufrió un infarto que acabaría con su vida diez días más tarde en el Hospital Presbitenriano de Hollywood
el 16 de noviembre de 1960 por una trombosis coronaria. Según sus más
allegados, Gable habría sucumbido a las exigencias físicas que el papel
en “Vidas rebeldes” le había sometido. Por entonces, Gable tuvo
que perder casi 20 kilos para aparecer en la película. Sin embargo, no
se hallaron conexiones entre la perdida de peso y la muerte del famoso
actor; incluso las fuentes médicas defendían que Gable había alcanzado
su peso ideal y, con ello, reducido el riesgo de infarto.
La siguiente víctima fue la archifamosa actriz Marilyn Monroe, clasificada por la American Film Institute
como la sexta estrella mas famosa de todos los tiempos y que, a su vez,
se convirtió en todo un icono cultural así como el símbolo sexual
estadounidense por excelencia.
Marilyn Monroe fue encontrada muerta en el dormitorio de su casa de Brentwood por su psiquiatra Ralph Greenson después de recibir la llamada de socorro de su ama de llaves Eunice Murray. Era el 5 de agosto de 1962 y Marilyn tenía 36 años. El diagnostico concluyó que el motivo de la muerte fue el de “envenenamiento agudo por masivo consumo de barbitúricos“ y “posible suicidio”,
no dejando claro si el móvil había sido el suicidio o el asesinato,
conjetura que aún se mantiene hoy en día. De hecho, muchos testigos,
entre ellos Jack Clemmons, el primer oficial de policía de Los
Angeles que llegó a la escena del “crimen”, no tenía ningún atisbo de
duda de que aquello correspondía, claramente, a un caso de asesinato. El
caso de la muerte de Marilyn (del que incluso se especuló la
posibilidad de que los hermanos Kennedy estuviesen involucrados
en la misma) daría para un articulo completo, por lo que, en el tema de
hoy, no abordaremos más sobre dicho tema.
La última de las víctimas relacionadas con el film fue Montgomery Cliff que falleció el 23 de julio de 1966 a los 45 años. A las 6.30 am de ese día, su secretario personal, Lorenzo James,
acudió al apartamento del actor para despertarle. Cliff había cerrado
la puerta con llave y no respondió a las insistentes llamadas de su
asistente, por lo que este comenzó a inquietarse. Trepó hasta la ventana
de Cliff por el patio. Encontró al actor muerto. Estaba desnudo,
tendido en la cama. Fue llevado a una morgue cercana, donde el forense
dictaminó la causa de la muerte como “ataque al corazón provocado por una enfermedad oclusiva en la arteria coronaria”,
no hallándose evidencias que hicieran suponer que su muerte se debía a
un homicidio o suicidio. Muchos pensaron que la muerte del actor estaría
relacionada con el consumo de alcohol, pero lo cierto es que Cliff
sufría de una importante disfunción de tiroides, lo que le producía una
crónica reducción de la presión arterial, lo que podría dar la sensación
de que Cliff se encontraba a menudo bajo los efectos del alcohol
cuando, en realidad, estaba completamente sobrio. Con su muerte, el
círculo de artistas fallecidos prematuramente y relacionados con “Vidas rebeldes” se cerraba.
LA SEMILLA DEL DIABLO (Rosemary´s baby, 1968)
Ésta obra maestra dentro de los films de terror psicológico rodada en 1968 por el genial cineasta polaco Roman Polanski y magníficamente protagonizada por una jovencísima Mia Farrow
fue un rotundo existo de crítica y público, alzando el film al nivel de
película de culto y encumbrandola como una de las mejores cintas de
terror de todos los tiempos. Pero fue un hecho especialmente macabro
sucedido un año después del estreno de la película lo que le daría más
fama al film que su calidad artística.
En “La semilla del diablo”, se
narra la historia de la joven Rosemary Woodhouse (Mia Farrow), una joven
que se muda a un edificio con su marido. En el inmueble viven varios
vecinos de aspecto amable e inofensivo. Sin embargo, cuando Rosemary
queda embarazada, comienza a sospechar haber sido víctima de una
violación por parte del mismísimo Satanás. Poco a poco descubre que los
inquilinos que comparten con ella los apartamentos del edificio son un
grupo de adoradores del diablo y que el fruto del vientre de Rosemary
traerá el advenimiento del hijo de Satán, acontecimiento planeado por
todos sus vecinos, amigos y su propio marido.
Un año después del estreno de la película, la mujer de Roman Polanski, Sharon Tate
(que había sido elegida en un primer momento para interpretar el papel
de Rosemary) se encuentra embarazada de 8 meses y medio. La noche del 8
de agosto de 1969, Tate se encontraba en su casa de Los Angeles
celebrando una fiesta con sus amigos Jay Sebring, Wojciech Frykowski y Abigail Folger. El guardia de seguridad Steve Parent custodiaba la entrada. De madrugada, varios miembros de la “Familia Manson”, siguiendo las órdenes de su líder Charles Manson, irrumpieron en la casa y asesinaron a todos los presentes en una orgía de sangre y ritos satánicos.
Fueron muchos quienes relacionaron
directamente la masacre con el estreno de la película, el caso de que la
mujer del director estuviese, como el caso de Rosemary, embarazada y el
especial ensañamiento que sufrió entre sus asesinos (su asesina, Susan Atkins,
la torturó mientras Tate suplicaba por su vida y la de su bebe, acto
seguido, Atkins le rajó el vientre, la apuñaló 16 veces, le ató una soga
al cuello y la fue arrastrando por toda la sala hasta que finalmente la
colgó del techo hasta que Tate murió desangrada), las pintadas (los
asesinos escribieron con la sangre de las victimas la palabra “cerdos” y “muerte a los cerdos” en las paredes), las referencias explicitas a ciertas canciones de The Beatles (como Healer Skelter) así como que el rodaje de la película fuese llevado a cabo en el siniestro edificio Dakota (un edificio que también es considerado como un inmueble maldito, donde vivió el genio del cine de terror Boris Karloff y el brujo Aleister Crowley y donde posteriormente sería asesinado John Lennon)
apuntaron directamente a la película como desencadenante del asesinato.
Hubo quienes, incluso, relacionaron a Roman Polanski con el crimen.
La familia Manson fue detenida en noviembre y se culpo a su líder, Charles Manson, como instigador del crimen.
Es así como “La semilla del diablo”,
Sharon Tate, el edificio Dakota y la historia de la familia Manson
se confabularon para escribir uno de los episodios mas oscuros de la
historia de Hollywood convirtiendo el maravilloso film de Polanski en
uno de los más famosos y malditos de los que se tiene constancia.
POLTERGEIST (Poltergeist, 1982)
Todos aquellos que tenemos ya cierta
edad tocante a los 30, tenemos gravado en la pupila como aquella niña
rubia y de aspecto inocente se aproximaba en mitad de la noche a un
televisor que solo emitía ruido blanco para luego decir aquello de “ya están aquí..”. La saga de “Poltergeist”
fue todo un fenómeno durante los años 80 y es considerada, por muchos,
como la película maldita por antonomasia… y no es para menos, cuatro de
los principales miembros del equipo fallecieron durante el rodaje de
la trilogía original, entre los más sonados, el de la niña protagonista
de la serie de películas, la pequeña Heather O´Rourke (Carol Anne Freeling), cuando solo tenía 12 años.
La primera víctima de “Poltergeist” fue la actriz Dominique Dunne Ellen, que interpretaba a la hermana mayor de la familia, Dana Feeling, y que falleció el 4 de noviembre de 1982 con apenas 22 años de edad. Su celoso y violento ex novio, John Thomas Sweeney, la estranguló cuando caminaba hacia su casa en West Hollywood el 30 de octubre de 1982. La joven Dominique murió en el Centro Medico Cedars-Sinaí
de Los Angeles 5 días después, no llegando a recuperar la conciencia ya
que su cerebro no tenía ninguna actividad debido a la falta de oxigeno.
Sus padres tomaron la decisión de desconectar las maquinas que
la mantenían respirando de manera artificial el día 4 de noviembre. Con
su trágica muerte daba comienzo la maldición de “Poltergeist”, cuya siguiente victima fue Julian Beck.
Julian Beck fue el actor encargado de dar vida al maléfico predicador Kane en la segunda entrega de la saga: “Poltergeist II: el otro lado”. Se le diagnosticó un cáncer de estomago en 1983 que le empujó a la muerte el 14 de septiembre de 1985 con 60 años de edad.
Will Sampson, el carismático actor de origen nativo-americano que fue lanzado a la fama gracias a su interpretación en “Alguien voló sobre el nido del cuco” junto con Jack Nicholson, fue el elegido para encarnar a Taylor, el curandero indio que aparecía también el la segunda entrega de “Poltergeist”.
Falleció a los 53 años, después de someterse a un trasplante de pulmón
y corazón que, el día 3 de junio de 1987, le produjo con colapso renal
que lo mató rápidamente.
La maldición se cerró con su víctima más famosa, la de la niña protagonista de las tres películas de “Poltergeist”, Heather O´Rourke.
La famosa Carol Anne
atormentada por el asedio al que se ve sometida por los
siniestros espíritus del más allá en la ficción cinematográfica, fue
protagonizada por la joven Heather, una apuesta personal de Spielberg. Heather murió trágicamente el 1 de febrero de 1988, poco después de terminar el rodaje de la tercera entrega “Poltergeist III”.
Heather llevaba medicándose, desde 1987, con cortisona (por eso su
rostro iba “hinchándose” en las sucesivas entregas de la saga) ya que
los médicos le habían diagnosticado la extraña enfermedad de Crohn.
El 31 de enero, recayó de manera violenta, comenzando a gritar y
vomitar. La mañana del 1 de febrero, mientras salía hacia el hospital,
la niña entra en parada cardíaca. Murió en el Hospital Pediátrico de San Diego
esa misma tarde después de intentar intervenirla de una aguda
obstrucción intestinal, lo que le produjo un shock séptico. Casualmente,
sus restos reposan hoy en el cementerio de Westwood Village, en una tumba muy cercana a la que también ocupa la que fue su hermana en la ficción, Dominique Ellen y es parada obligatoria en las visitas turísticas del “Haunter Hollywood Tour”. También se dice que el fantasma de Heather aparece, de cuando en cuando, paseándose por el edificio 19 de los estudios de Paramount Pictures, como un triste epilogo de su alter ego, atrapado entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
La saga “Poltergeist” es una de
esas cintas en lo que lo paranormal que se enseña en el celuloide tiene
relación con los acontecimientos “malditos” que sus protagonistas
vivieron en la vida real, lo que las hace mas atractivas. Según dice la
“leyenda” (o no tan leyenda, quien sabe) la maldición de “Poltergeist”
estaría relacionada (como en el argumento de la primera película) por
el enfado de ciertos espíritus al haber contemplado como sus restos eran
profanados, pues la actriz JoBeth Williams (quien interpretaba a la madre de la familia, Diane Feerling) habría reconocido, supuestamente, que durante el rodaje de la famosa escena de la piscina se utilizaron esqueletos reales.
LA PROFECÍA (The Omen, 1976)
En el caso de “La Profecia” (“The Omen”,
según su titulo original) no se produjeron muertes entre los
protagonistas del film; a pesar de todo, sí existieron numerosos
acontecimientos extraños, algunos de ellos sí terminaron de manera
trágica, durante y después del rodaje de la cinta, haciéndola entrar por
ello en la lista de “películas malditas”.
Durante el viaje de parte del equipo desde EE.UU. a Inglaterra, el avión donde volaba su protagonista, Gregory Peck fue alcanzado por un rayo. Idéntico incidente sufrió el productor ejecutivo de la cinta, Mace Neufeld, cuyo avión también fue alcanzado por un rayo en pleno vuelo. El productor del film, Harvey Bernhard
sufrió a su vez un extraño incidente durante el rodaje de la película
en Roma, cuando casi es alcanzado por un rayo (otra vez un rayo).
El restaurante inglés donde Peck y Neufeld cenaban en Londres fue víctima de una explosión provocada por un atentado del IRA.
El estudio contrató un avión para
tomar fotografías aéreas de Israel. La compañía aérea cambió el
aeroplano contratado originalmente por otro, y el primero se llevó a
pista para hacer un vuelo regular. Durante el despegue, el avión tuvo
un fallo indeterminado que le hizo estrellarse muriendo en el accidente
todos sus ocupantes.
Los rottweiler utilizados durante la filmación atacaron, sin explicación aparente, a su adiestrador durante el rodaje.
Un especialista del zoológico, donde se
rodaba una escena con leones, murió al día siguiente del rodaje de la
misma devorado vivo por los felinos. Nadie sabe que sucedió, aunque se
sospechó que alguien (¿o algo?) habría olvidado cerrar la jaula de los
leones durante la noche.
Y por si todo esto no fuera suficiente, la maldición de “La Profecia”
pareció perseguir a algunos miembros del rodaje una vez que el
mismo había terminado. Dos de los miembros del staff encargado de los
efectos especiales de “La Profecia” fueron contratados para trabajar en la cinta “A Bridge too far”: Alf Joint y John Richardson.
Alf Joint fue el especialista contratado en “La Profecia” para hacer de “doble” en algunas escenas peligrosas. Durante el rodaje de “A bridge too far”,
Joint tenía que realizar un sencillo y rutinario trabajo: saltar desde
un tejado a una bolsa de aire. Sin embargo, algo salió mal durante el
efecto y Joint pareció caer en un momento no programado;
se había precipitado demasiado pronto. Terminó lesionado en el Hospital
sin mayores consecuencias, cuando despertó aseguró que había sentido
como si “alguien” le hubiera empujado.
Más dramático fue el desenlace del jefe de efectos especiales John Richardson que había trabajado en “La Profecia” y también se encontraba involucrado en el rodaje de “A bigde too far”.
El viernes 13 de agosto de 1976, se encontraba viajando junto a su asistente Lizz Moore
por una carretera de Holanda cuando sufrieron un grave accidente de
tráfico en el que perdió el control del coche. Lizz Moore murió
decapitada y cortada por la mitad cuando la rueda delantera atravesó el
chasis y se hundió en el asiento del copiloto. Algunos vieron en esta
muerte una macabra similitud con la muerte de David Warner (decapitado por un gran pedazo de vidrio) que Richardson diseñó para “La Profecia”.
Para dar más morbo a la historia se dice que, en el lugar del
accidente, se encontraba un cartel que señalaba que Richardson y Moore
se encontraban, exactamente, a 66,6 kilómetros de una localidad llamada Ommen.
EL EXORCISTA (The Exorcist, 1973)
Con esta obra maestra del terror dirigida en 1973 por William Friedkin
cerramos el extenso, y espero entretenido, articulo de hoy. La que, con
probabilidad, sea la película mas terrorífica de todos los tiempos, se
hizo también famosa por los rumores que rodearon al film, aunque nunca
estuvo del todo claro que parte de los mismos fue verídica y que otra no
fue mas que el fruto de alguna clase de campaña de marketing con la
finalidad de engordar los ingresos del film en taquilla; de hecho, “El exorcista”,
se convirtió en una de las películas más taquilleras de todos los
tiempos, llegando a recaudar más de 440 millones de dolares en todo el
mundo. Aunque en realidad no es para menos, pues el film esta rodado con
una calidad excelente; de hecho, “El exorcista” es, hasta el
momento, la único film de terror nominado al premio de la academia a la
mejor película… pero dejemos de hablar de esta magnifica película y
vayamos a lo que deseamos abordar de la misma, su “maldición”.
Durante la proyección del film, varios
espectadores sufrieron ataques de nervios, desmayos e incluso, algún
caso de “posesión satánica”, razón por la cual, los propietarios de las
salas de cine aprovecharon esta circunstancia para solicitar que
ambulancias y enfermeros se situasen en la entrada para atender a los
espectadores, hecho que hizo aumentar la recaudación y el morbo del
film.
Sin embargo, los hechos más famosos
ocurrieron durante el rodaje del film. La primera semana, falleció el
abuelo de la joven protagonista Linda Blair; también falleció el hermano del protagonista masculino de la cinta, Max Von Sydow.
El hijo del actor que interpretaba al famoso “padre Karras”, Jason Miller, sufrió un grave accidente de moto que casi acaba con su vida.
Ademas de eso, el film sufrió un retraso
en su comienzo de seis semanas después de que parte del decorado
ardiese… solo se salvo del incendio la habitación de Regan
(nombre de la niña protagonista). Con posterioridad, un operario
encargado de reconstruir las zonas calcinadas, perdió un dedo mientras
trabajaba en ellas.
Para empeorar las cosas,
un arnés empleado mientras se filmaba la escena de la auto violanción de
Regan con un crucifijo, se rompió e inpactó de manera violenta contra
el rostro de la actriz que encarnaba a la niña poseída, Linda Blair.
Este no sería el único incidente en el que se vio envuelta la
protagonista. Mientras Linda era izada por otro arnés para hacerla
“levitar” sobre la cama, este se rompió e hizo que Blair se precipitase
de manera violenta contra la cama, lesionandole la espalda y dejandole
pequeñas secuelas que le perduran en la actualidad.
El miedo y la sensación de que “algo”
extraño sucedía mientras se filmaba la película (focos que
se caían, cintas que se borraban y velaban sin explicación aparente,
ruidos y “voces” que se filtraban en los micrófonos, desaparición de
objetos…) llevó a los productores a requerir los servicios de un
sacerdote para que bendijera el set y el personal que trabajaba en el
rodaje.
Sin embargo, esto no impidió que
siguiesen ocurriendo algunos fenómenos inexplicables que incluyeron
algunas muertes de miembros del equipo, entre ellos el actor Jack MacGowran, la actriz Vasiliki Maliaros, un especialista en efectos especiales y un vigilante nocturno de los estudios Warner. Ademas de esto, el hijo de la actriz que prestaba su voz para las escenas donde Regan hablaba como el diablo, Mercedes Mccambrige, se suicidó en 1987 después de asesinar a toda su familia (supuestamente, por problemas financieros).
Tal vez muchos de estos fenómenos extraños solo fueron parte de la leyenda negra del film, sin embargo, William Peter Blatty,
encargado de adaptar el guión de la novela, reconoció públicamente que,
en efecto, habían sucedido varios sucesos misteriosos durante el
rodaje; también la actriz Ellen Bursty (que interpretaba en la
película a la madre de Regan) testificó en su autobiografía, en 2006,
que tales historias macabras relacionadas con la producción de “El exorcista” eran ciertas.
Sin embargo, la “maldición” no termino ahí, todavía tenía preparado un epílogo más violento, más misterioso y más macabro…
El 2 de abril de 1975, se estrena en el Teatro de la Comedia de Londres, la adaptación teatral de “El exorcista”. Para el papel de Regan, la niña poseída, se escoge de manera más que sorprendente, a una veterana actriz de 42 años llamada Mary Ure.
La noche del estreno fue un rotundo y
sonoro éxito. Los periodistas y críticos presentes en la sala recorrían
por los pasillos del teatro comentando entre bambalinas lo gratamente
sorprendidos que se encontraban ante la extraordinaria interpretación
que Mary Ure había hecho en escena aquella noche. El impresionante
realismo con el que Mary se había convulsionado, gritado e imitado la
voz gutural de la posesión parecía increíble y había llegado a helar la
sangre de los presentes.
A la mañana siguiente el director de la obra, Peter Coe,
acudió al hotel donde se hospedaba la actriz para felicitarla y
enseñarle las excelentes críticas que aparecían en todos los diarios
londinenses. Sin embargo, Peter Coe nunca sospecharía lo que estaba a
punto de encontrarse…
Mary Ure se encontraba muerta, tumbada
en la cama con los brazos en cruz y algunos cortes en los brazos…
además, había restos de vómito por toda la habitación. La autopsia
concluyó que Mary podría haberse suicidado después de ingerir una
combinación letal de alcohol y barbitúricos, produciéndose autolesiones
y ahogándose en su propio vomito.
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