“La gente piensa que soy más que otro loco que lleva un arma, pero no es así. No quiero hacer daño a nadie. Yo creo que la Biblia enseña la paz. Pero eso no significa que voy a dejar que otras personas me hagan daño”, pastor James McAbee.
Hace dos años, en una pequeña ciudad de Beuamont, Texas, fue
sorprendida por la noticia de que James McAbee, pastor de una iglesia
pentecostal, le estaba enseñando a dos adolescentes que robaron una
construcción, cómo disparara con una pistola.
Portando su arma McAbee, le ofreció ayuda ofrecida a los ladrones y drogadictos, para que cambiaran sus vidas.
McAbee, había sido un joven con problemas, así que habló con los
adolescentes antes de llegar a la policía. Cuando estos llegaron se
pusieron de acuerdo para unirse a un programa de recuperación, ordenada
por el juez, el célebre pastor dijo que no tenían que disparar a nadie,
pero le daría lecciones de disparo y también le enseñaría sobre la
Biblia.
Después de este episodio, McAbee, de 36 años, llegó a ser conocido
localmente como con el apodo: “el pastor pistolero”. Algún tiempo
después, McAbee, decidió aprovechar la nueva fama y a los interesados
comenzó a enséñales cómo disparar, junto con lecciones bíblicas.
Con su Glock .40 en una mano y la Biblia en la otra, el pastor citó
las Escrituras para justificar su decisión de enseñar a la gente cómo
utilizar las armas. “Bendito sea Jehová, mi roca, quien adiestra mis
manos para la batalla, y mis dedos para la guerra”, Salmo 144:1 y Lucas
22:36 “Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la
alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una”.
Actualmente, más de 100 personas asisten a las clases del pastor.
Todos con armas fuego registradas, ya que la ley en el Estado de Texas
lo permite. Durante las clases de tiro hacen prácticas de disparo y se
enseña un poco de teoría.
Las clases cuestan 50 dólares por estudiante, pero es gratuito para
los profesores. En los últimos meses, el negocio se triplicó y McAbee ha
capacitado a más de 1.000 personas en lo que va del 2013. También
desarrolló una aplicación para móviles y tabletas, donde le enseña a la
gente cómo usar una pistola. El costo es el mismo y tiene “estudiantes
virtuales” en todo el país.
El pastor dice que creció en Clover, un área rural de Carolina del
Sur, donde su abuelo le enseñó a cazar antes de tiempo. Su madre era
policía y siempre andaba armada, así que para él, vivir con las armas
siempre ha sido una cosa normal.
Cuando su madre recibió un disparo y que quedó paralítica, McAbee,
tenía sólo 9 años. Creció y pronto cayó en las drogas, cometió delitos
menores, pero a los 18 años, fue condenado a dos años de cárcel por
irrumpir en una casa y agredir al propietario. Sirviendo en la
penitenciaría, comenzó a leer la Biblia, que su abuelo le había dado y
comenzó asistir a las reuniones de estudios bíblicos.
Posteriormente, estudió teología y, al salir de la cárcel, fue
ordenado pastor de las Asambleas de Dios, se casó y tuvo hijos. Él
presentó dos demandas que su récord estaba limpio, y el gobierno accedió
en el 2009. Desde entonces pudo registrar un arma a su nombre. Primero
fue un rifle, pues le gusta cazar ciervos.
Cuando asumió el cargo en el 2010, como pastor Lighthouse Worship
Center, trabajó con personas de bajos ingresos, donde los tiroteos y las
armas en las manos de los adolescentes son comunes.
Además de su rifle de caza, tiene dos pistolas: la .380 y la .40, el
pastor tiene un rifle de AR-15. Su esposa también va armada, así que
ambos llegan armados a la iglesia siempre.
McAbee, ha sido muy criticado en las redes sociales por enseñarle a
la gente a disparar un arma. Él se defiende: “La gente piensa que soy
más que otro loco que lleva un arma, pero no es así. No quiero hacer
daño a nadie. Yo creo que la Biblia enseña la paz. Pero eso no significa
que voy a dejar que otras personas me hagan daño”.
McAbee, tiene una congregación de 30 miembros quienes conocen su
testimonio y lo que hace. Actualmente, la familia está a la espera de un
permiso federal para abrir una tienda de armas. Sus hijos, Jadyn, de 11
y Connor, de 6 años, aprendieron a disparar con su padre. Por lo tanto,
el pastor dice que planea ofrecer clases gratuitas a los hijos de sus
estudiantes a manejar un arma.
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