El pasado 14 de abril se
cumplieron 101 años desde que un siniestro se cobró 1.512 almas presas
del frío en las gelidas aguas del Atlántico norte… Nos referimos, como
no, al hundimiento del “insumergible” transatlántico Titanic.
La historia oficial de la catástrofe es
clara: un enorme iceberg chocó a las 23.40 del 14 de abril de 1912
contra la zona de estribor del buque abriendo una brecha de 90 metros
que quebró cinco de sus dieciséis compartimentos estancos lo que condenó
a la nave a su hundimiento. En apenas tres horas, el famoso
buque yacía en el fondo en del océano Atlántico llevándose consigo miles
de vidas. Los pocos que sobrevivieron fueron rescatados por el buque “Carpathia” y conducidos a Nueva York.
Hasta aquí, todos conocemos la
historia reproducida cientos de veces en películas, seriales, telefilms…
aunque, según los estudios de algunos investigadores sobre el Titanic,
su colisión y su posterior hundimiento parecen indicar que algo turbio
se esconde en la historia oficial del mas famoso transatlántico de todos
los tiempos. Hoy, desde MD, queremos dar a
conocer algunos datos que nos ayudaran a comprender que fue lo que
realmente ocurrió aquella noche y, si detrás de la catástrofe,
se escondía un plan oculto cuya finalidad era la de hacer zozobrar
el navío y asesinar a algunos de sus viajeros.
LA REUNIÓN DE JEKYLL
En noviembre de 1910, tiene lugar una reunión en la isla de Jekyll
(Georgia, EEUU) entre un grupo de banqueros y algunos políticos con
la intención de llevar a cabo un “siniestro” plan. Este
plan consistía en la creación de una gran superestructura bancaria
privada, a la que estarían sometidos el resto de bancos de todo EE.UU.
Desde mediados del siglo XIX, USA carecía de un banco central desde que los privilegios que se le habían otorgado al Second Bank of the United States habían terminado. Después de
los problemas financieros por los que EE.UU. atravesó en 1907, un grupo
perteneciente a la élite financiera comenzó a abogar por la necesidad
de crear un organismo bajo cuya tutela se encontrase todo el sistema
bancario nacional. En 1910, el senador por Rhode Island, Nelson W. Aldrich se reúne con algunos banqueros para llevar a cabo dicho proyecto. Estos participantes fueron:
Paul Warburg. De la familia Warburg,
una dinastía financiera de origen judío. Este descendiente de la
poderosa familia europea emigró a EE.UU. a principios del siglo XX.
Muchos de sus contemporáneos lo vieron como la principal figura
impulsora de la Reserva Federal. Ya en 1902, Paul Warburg había hecho
publicas sus quejas acerca de que EE.UU no poseyese
una política financiera totalmente centralizada, comparando el sistema
bancario estadounidense como el europeo en época de los Medicis o
el asiático en la de Hammurabi.
Arthur Frank Vanderlip Sr. Quien era el presidente, por entonces, del National City Bank.
Este banco, fue quien prestó al gobierno de EE.UU. 200 millones de
dolares de la época para financiar la guerra contra los españoles por el
control de Cuba. Como pago por esta generoso préstamo el gobierno de
USA nombró a Arthur F. Vanderlip Subsecretario de Hacienda.
Henry Pomeroy Davison. Este banquero americano acudió a la reunión de Jekyll en calidad de representante de JP Morgan. JP Morgan era uno de los mas importantes banqueros de toda Europa y EE.UU. y propietario de varias industrias como General Electrics. Poseía además otras 42 grandes empresas industriales, ferroviarias, metalúrgicas y financieras, entre ellas la famosa White Start Line, madre del Titanic.
Durante el pánico financiero de EE.UU. en 1907, JP Morgan
invirtió enormes sumas de dinero en el país con el intento de
“ rescatar” la economía y el sistema bancario estadounidense. Entre las
acciones mas polémicas de Morgan durante ese año fue la compra de una
empresa de aceros que se encontraba al borde de la quiebra. De
producirse dicha quiebra, Wall Street habría corrido el peligro
de desaparecer, por lo que Morgan, saltándose la ley anti monopolio, y
con el beneplácito del gobierno del presidente Theodore Roosevelt, se hizo con la totalidad de TCI Moore and Schely deshaciéndose así de su principal competidor en el sector del acero y el carbón en USA.
Esta transacción, que fue vista como fraudulenta e ilegal, no fue del todo agrado de Guggenheim (poderoso empresario del cobre). Sorprendentemente, tan pronto como la compra de Moore & Schely fue llevada a cabo por la Morgan Steel, el pánico financiero de 1907 se terminó.
Algunos economistas también vieron la
figura de Morgan como la causante del pánico y la pequeña recesión de
aquel año al propagar rumores de que la compañía Knickerbocker Trust (amiga
de JP Morgan) era insolvente. Esto fue visto como un deliberado acto
de manipulación de mercados que llevó al pánico financiero de
1907 consolidando a Morgan como el mas importante banquero de USA.
Benjamin Strong Jr. Era un importante banquero estadounidense vicepresidente del Banker´s Trust Co.
y que, con posterioridad, ocupo el cargo de gobernador de la Reserva
Federal de EE.UU. Se caracterizó por sostener grandes operaciones de
libre mercado, así como invertir grandes sumas de dinero en la compra de
deuda de varios países europeos durante la década de los 20.
Economistas como Murray Rothbard señalaron de Benjamin Strong como uno de los grandes causantes de la Gran Depresión.
Abram Paitt Andrew Jr.
Miembro de la cámara de representantes de EE.UU. por Massachusetts. En
aquella época, director de la Casa de la Moneda de EE.UU y Secretario
Adjunto del Tesoro.
Nelson W. Aldrich, líder del partido Republicano en el Senado. Era denominado por la prensa de la época como el “General de la Nación“,
por su total control en la política monetaria y arancelaria de EE.UU.
Regulaba de manera feroz el intercambio de mercancías con otros países a
la vez que mantenía un precio elevadísimo en los bienes de consumo.
Tenía además estrechos vínculos con los Rockefeller, pues era el suegro de John D. Rockefeller, el heredero del imperio de la poderosa familia de magnates. Ademas, también le unía una profunda amistad con JP Morgan cuando Aldrich
vendió sus participaciones del tranvía de Rhode Island, momento en
que encontró en JP Morgan un gran aliado para inflar la operación. Fue
uno de los impulsores de la reunión de Jekyll y quien
propulso políticamente la creación de la Reserva Federal de los EE.UU.
(“Plan Aldrich”), a la vez que invertía fuertes sumas de dinero en el Congo gracias a que las políticas de Leopoldo II en las explotaciones mineras del país permitían la existencia de la esclavitud.
La consecuencia inmediata de
esta reunión de grandes propietarios de banca y consorcios
monopolísticos fue la creación de las bases para establecer un
Banco Central en EE.UU. del que dependerían el resto de bancos. Las
tesis que se defendían con esta construcción eran la de crear una
superestructura bancaria en la que la Reserva podría salir
al rescate del resto de bancos si estos necesitaban liquidez por
el método de creación de “dinero fiduciario” abandonando de manera oficial y definitiva el “patrón oro”
(es decir, sostener la economía exclusivamente en base a las reservas
de oro y en equivalencia al mismo). Para comprender de que se trata esta
idea, JL nos ofreció hace unos meses en “lagranjahumana.com”
un esplendido videoprograma en el que se explica este termino y lo que
esconde. De obligatorio visionado (o revisionado), podéis verlo en el
siguiente enlace: El insostenible modelo capitalista
Ademas de eso, el proyecto de la
Reserva Federal era el de acaparar para si, la regulación de precios e
intereses, la libertad para la manipulación de las políticas monetarias
del país así como de los créditos, supervisar la actividad, controlar y
regular todas y cada una de las entidades bancarias, manejar el mercado y
el sistema de pagos de la deuda externa de la nación. Resumiendo: el
control total de las financias y, por ende, de todos los aspectos de
USA.
A la vez, este grupo de
banqueros tenían un importante aliado en Europa. Era la orden de los
jesuitas (de la que hablaremos algún día). Los jesuitas
eran (y son) una organización un tanto oscura a la que siempre se
consideró como el poder en la sombra dentro y fuera del Vaticano. La
orden de los Jesuitas es, con bastante probabilidad, quien se esconde en
la sombra del NWO y quien maneja muchos de los hilos de la Agenda de este proyecto… El tema que hoy tratamos da fe, en parte, de ello.
La orden Jesuita deseaba recuperar para
la Iglesia todo lo que le había sido arrebatado durante finales del
Siglo XIX así como reformar la economía y el poder en Europa. El proceso
de unificación de Italia, desde mediados del Siglo
XIX, había desposeído a la Iglesia de sus muchas posesiones en
el país transalpino. El por entonces Papa Pio IX se opuso en reiteradas ocasiones a este proceso e incluso, en algunos episodios, la Iglesia e Italia entraron en conflictos calientes
entre tropas Vaticanas y Piamontesas. El Vaticano era aliado de
Francia, mientras que los estados italianos mantenían buenas relaciones
con Prusia. Si la Iglesia deseaba, de alguna manera, recuperar los
bienes territoriales que fue perdiendo por toda Europa a lo largo del
Siglo XIX (desamortizaciones de Mendizabal en España, proceso
de unificación de Italia, perdida de tierras durante las revoluciones de
1848, así como la presencia del luteranismo en Prusia) necesitaba un
acontecimiento radical dentro del viejo continente..
A comienzos del Siglo XX a la Iglesia
le interesaban dos cosas: por un lado que se crease una economía al otro
lado del océano lo suficientemente fuerte como para rivalizar con
la hegemonía que algunas potencias europeas tenían sobre el continente,
por lo que el Vaticano y, en especial quienes movían los hilos de este,
los Jesuitas, habrían apoyado la creación de un gran banco central
norteamericano (Reserva Federal); por otro lado, la Iglesia soñaba con
un conflicto armado europeo para desestabilizar
el continente y así poder hacer uso de la expresión “pescar en río revuelto”
para volver a anexionarse, al menos en parte, algunos de los
territorios por los que tanto había luchado y había acabado perdiendo.
Sin embargo, este gran proyecto
bancario también contaba con importantes detractores. En especial, la
critica fue feroz en aquellos estados dominados por
la economía agraria, así como los del oeste de USA, que veían el
proyecto de la Reserva Federal como una herramienta de un “grupo de millonarios” de Nueva York con la intención de controlar todo el sistema económico nacional. A raíz de ello, y a instancias de Arsene Pujo
se creó un comité de investigación que llevaba el apellido de
dicho político cuya finalidad era investigar la posible “conspiración”
del grupo de banqueros y financieros de Wall Street para hacerse con el
control de las finanzas de la nación. La familia Morgan tuvo la enorme
desfachatez de acusar a dicho Comité de la muerte el magnate JP Morgan por el estrés sufrido al tener que comparecer en los interrogaros que le fueron llevados a cabo.
Y no solo un pequeño grupo
de políticos sospechaba y se oponía a la creación de la Reserva Federal.
Otras voces, con mucho más poder, se levantaron denunciando las
consecuencias de dicha organización. Fueron, en especial, la de tres de
los hombres más ricos del planeta y que, “sorprendentemente” fallecieron
a bordo del famoso transatlántico:
John Jacob Astor IV. El heredero del imperio de una de las familias mas ricas y poderosas de EE.UU. (propietaria del mítico Empire State Building). Estando en Europa con su mujer, ella queda embarazada y deciden embarcarse en el Titanic para volver a USA donde ambos deseaban que naciese su hijo.
Benjamin Guggenheim. Magnate del cobre en EE.UU. y gran heredo de la fortuna de su padre Meyer Guggenheim procedente de las explotaciones mineras y las grandes fundiciones de metal.
Isidor Strauss. Propietario de los grandes almacenes Macy, los mas importantes y mayores del mundo en aquella epoca.
Cabría también destacar que, todos ellos, provenían de familias judías europeas que habían emigrado a EE.UU.
La muerte de estos tres importantes
empresarios dentro del club de los mas ricos e influyentes personajes
dentro del panorama empresarial y financiero de USA en los albores del
Siglo XX a bordo del Titanic comenzó a levantar las suspicacias
y a defenderse la idea de que el hundimiento (y la
propia construcción del navío) era el fruto de una conspiración de los
banqueros pro-Reserva Federal aliados con fuerzas de los jesuitas con
la intención de asesinar a sus opositores a bordo del
lujo transatlántico y que, a continuación, vamos a exponer y analizar:
LA CONSPIRACIÓN:
En 1845 se funda la White Star Line.
En un principio, como medio de transporte para
el comercio transoceanico, en especial, entre Reino Unido y Australia. A
mediados del Siglo XIX comienza a caracterizarse por representar una de
las mas importantes compañías marítimas entre Europa y América en el
transporte de pasajeros al contar con alojamiento barato para los
pasajeros de tercera clase y lujosos camarotes en segunda y primera
clase. En 1902, tras intensas presiones por parte de JP Morgan por hacerse con la compañía, esta le es vendida por su propietaria, la International Mercantile Marine Co.
El 31 de julio de 1908 la White Start comienza a
fabricar su proyecto mas ambicioso, la construcción del buque mas
lujoso, mas grande y “mas seguro” del mundo… se llamará el Titanic. Sin embargo, el 16 de diciembre del mismo año la White Start había comenzado la construcción de un navío completamente gemelo al Titanic, el Olympic,
aunque con unos materiales mas austeros. ¿Cuál era el interés de la
linea por crear dos buques exactamente idénticos? Eran
tan similares que, en las fotografías que se conservan de ambos, es
imposible afirmar que imagen se trata de uno y cual de otro. Incluso
el interior de ambas naves guardaba un parecido sorprendente. Las
dimensiones también eran idénticas: 269 metros de eslora y 28,2 metros
de manga. La única diferencia reseñable que existía entre los
dos navíos era que la cubierta A del Olympic era cerrada por completo, mientras que la del Titanic estaba medio abierta. De hecho, el Olympic contaba con cuatro chimeneas, las mismas del Titanic,
a pesar de que una de ellas era totalmente falsa y carecía de utilidad.
La explicación de la compañía es que la falsa chimenea haba
sido añadida de manera artificial simplemente para que el Olympic fuera estéticamente mas bello… ¿O tal vez guardaba el secreto deseo de que fuese idéntico al Titanic?
Otra de las diferencias es que el Olympic fue construido en un tiempo record en comparación con su gemelo. A pesar de haber comenzado a fabricarse 5 meses después, el Olympic estaba completamente terminado y navegando el 14 de junio de 1911, mientras que el Titanic aun estaba al 30% de su construcción.
El 10 de abril de 1912, un mes después de que el Olympic realizase algunas labores de reparación en una de sus hélices, el Titanic celebra su viaje inaugural. Al mando de la nave esta el capitán mas veterano de la compañía y quien había comandado el Olympic hasta la fecha, el capitán Edward John Smith, un jesuita que ostentaba el titulo de Tempore Co-adjuntor. Es decir, un jesuita no ordenado que guardaba una fidelidad total a la orden hasta su muerte a pesar de no ser sacerdote.
Tanto JP Morgan (dueño de la White Start), como James Pirrie (dueño de los astilleros Harland & Wolff) rehúsan hacer el viaje inaugural de “la obra de su vida” a pesar de acostumbrar a hacer la travesía inicial de todos sus navíos. JP Morgan
anula su reserva alegando encontrarse enfermo, aunque con posterioridad
se demostró que tal enfermedad era falsa. Otros importantes personajes
anularon sus reservas a ultima hora, como Robert Bacon, Henry Clay Frick así como
numerosos clérigos relacionados con la orden jesuita. Especialmente
significativo, es el episodio que protagonizaron los miembros de la
adinerada familia Wanderbright, quienes después de ordenar a su
mayordomo y a su ama de llaves acondicionar su camarote para
la travesía y colocar todo su equipaje, anulan sus billetes 10 minutos
antes de zarpar, abandonando a bordo todos sus enseres y a sus
sirvientes sin dar explicación alguna.
Uno de los pasajeros que sí embarcó en el viaje del Titanic en Southampon fue Francis Browne Jr, un joven miembro de la orden jesuita. Francis Browne Jr
era un prolifero fotógrafo que, desde el momento de zarpar, estuvo
fotografiando el navío, su vida en el interior, las personas que viajan…
Ademas, se reunió en secreto con el capitán Smith antes de desembarcar en el puerto de Cork (Irlanda).
Durante su estancia en el Titanic, Browne
entabló amistad con una de las familias ricas que de dirigían a EE.UU.
los cuales le propusieron financiarle el viaje hasta Nueva York y su
vuelta a Gran Bretaña. Browne envió un telégrafo a sus superiores para informarles de sus nuevos planes. La respuesta fue clara y esclarecedora: “Abandone ese Barco”. Así que, en Irlanda, Browne desciende del Titanic y este continua (ya sin realizar mas escalas) su viaje hacia Nueva York.
Muchos de los pasajeros que iban a bordo, en realidad no tenían ningún billete para el Titanic, sino que fueron embarcados en él de manera forzosa. El Titanic
era un coloso que consumía 650 toneladas de carbón al día. En las
fechas cercanas a su viaje inaugural, hubo una importante y oportuna
huelga de trabajadores mineros, lo que hizo que parte
del carbón destinado a otros navíos fuese llevado al Titanic, con
lo que hubo una importante cancelación de travesías en dichas fechas.
Los pasajeros que tenían reservas en otros barcos fueron, por ello,
alojados en el Titanic de manera obligatoria.
Pronto comienzan a sucederse extraños acontecimientos. En primer lugar, el vigía Reginald Lee denunció que alguien había sustraído los gemelos de visión de alcance de la cruceta de vigilancia. A medida que el Titanic
se aproximaba a la zona mas peligrosa del océano por la presencia de
icebergs, en el camarote de comunicaciones, no cesaban de recibir
notificaciones de otros navíos sobre la especial peligrosidad de las
aguas esa noche así como la innumerable presencia de grandes icebergs.
Nadie dio importancia a los mas de 7 avisos que se registraron, incluso
el radiotelegrafista John George Philips, respondió a un aviso del Californian diciendo “cállense, tengo mucho trabajo”.
Mientras, el capitán John Smith, que llevaba mas de 25 años al servicio de la White Star
y conocía a la perfección la peligrosidad de las aguas
del Atlánticó ordeno avanzar a toda maquina (25 nudos por hora) en
una fría y oscura noche sin Luna.
Oficialmente, a las 11.39 horas de la noche del 14 de abril de 1912 el Titanic impacta contra un iceberg en su lado de estribor tras una maniobra suicida del suboficial William M. Murdock
quien, tras el aviso de la presencia del iceberg a menos de 500 metros
de la proa, ordeno parar maquinas para, acto
seguido, iniciar una maniobra de retroceso para evitar el impacto. Cinco
de los dieciséis compartimentos estancos del navío quedaron inundados.
El Titanic estaba condenado a naufragar.
Incluso en el trágico momento en que el Titanic comenzó a ser devorado por las gélidas aguas del Atlántico, los hechos extraños no dejaron de sucederse.
Los botes salvavidas, si ya de por si
eran insuficientes para salvar a la totalidad de los pasajeros a bordo,
comenzaron a abandonar el Titanic mas de una hora después del
impacto y prácticamente vacíos (con solo 12 o 14 personas en ellos
cuando tenían capacidad para unas 70, de hecho, todos los
botes tenían capacidad para 1.170 personas y solo fueron ocupados por
705). El Capitán Smith comenzó a mostrarse dubitativo y confuso
sobre que hacer y sus ordenes no eran claras e, incluso,
contradictorias, lo que obligo a algunos oficiales a tomar el mando y el
control de las operaciones de evacuación.
Por otro lado, el Titanic comenzó a
lanzar señales de emergencia, pero estas no eran las correctas. En
lugar de lanzar bengalas rojas que indican peligro o socorro en
el código naval, las que fueron lanzadas eran blancas, lo que indicaría
que una fiesta o celebración se esta celebrando en el barco.
Esto llevó a la confusión de algunos navíos próximos al transatlántico. El SS Californian pudo ver las señales lanzadas desde el Titanic,
pero al tratarse de luces blancas lo interpretaron como alguna clase
de comunicación interna entre barcos de la misma compañía o como
consecuencia de alguna celebración a bordo. Ademas, intentaron ponerse
en contacto con el Titanic mediante señales luminosas de morse (el radiotelegrafista del Californian estaba durmiendo en su camarote en ese momento) pero no obtuvieron respuesta alguna desde el Titanic,
donde un oficial, sorprendentemente, no interpretó las luces como
señales de morse y creyó, en su lugar, ver los flashes intermitentes de
alguna clase de luz bamboleante de cubierta.
Los mensajes de radio desde el Titanic eran también muy extraños. No comenzaron a enviarse señales de socorro hasta unos 45 minutos después del impacto.
Según los investigadores, esto
se debió a que, mientras la tripulación evaluaba los daños,
no deseaban dar una posible falsa señal de alarma sobre
el incidente, así que continuaron actuando como si no hubiese sucedido
nada. La consecuencia fue que que se perdió casi una hora de tiempo de
rescate. Ademas, desde el momento en que se enviaron los mensajes sobre
la posición del Titanic, este continuaba su viaje a la deriva, lo que hizo al barco que acudió en su rescate (el Carpathia) llegar a unas coordenadas equivocadas, ya que el Titanic estaba a casi 25 millas de distancia.
A las 2.20 horas de la madrugada del 15 de abril, el Titanic
ya era historia. Algunos de los supervivientes se encontraban entre los
escasos botes salvavidas mientras que, casi 1.500 almas yacían inertes
en las aguas del Atlántico.
Sin embargo, lo extraño todavía no hacia cesado. Cuando el Carpathia llegó al rescate, los tripulantes del barco aseguraron que, algunos botes salvavidas, no llevaban el nombre de Titanic, si no el de Olympic. Esto hizo pensar a algunos investigadores posteriores, como Robin Gardiner que el hundimiento del Titanic solo fue un fraude. El barco que realmente se hundió aquella madrugada fue el Olympic disfrazado del Titanic. Durante los meses de construcción de ambos navíos, los elevados costes casi habían empujado a la White Star a la quiebra. A esto se unió que, el 20 de septiembre de 1911, el Olympic tiene un accidente en el que se vio involucrado en un choque con un barco de la marina llamado HMS Hawke. La comisión de investigación estipuló que la culpa había sido del Olympic y, por tanto, los costes para la reparación del navío de guerra corrían a cargo de la White Star. Esto supuso una herida de muerte para la compañía, ya que el seguro del Olympic se había negado a hacerse cargo de los costes por negligencias. La White Star se vio sin los suficientes fondos como para reparar el Olympic, el Hawke y terminar el Titanic.
Fue por ello por lo que la White Star fletó el Olympic disfrazándolo con el nombre del Titanic aquel 10 de abril de 1912. Era un cambio viable, ya que ambas naves eran absolutamente idénticas, pero el Olympic estaba construido con materiales muy pobres. A la vez, también es mas que probable que el Olympic tuviese importantes defectos en su casco y, con seguridad, no sobreviviría a un coche contra un iceberg en su travesía. El Titanic estaba asegurado por cinco millones de dolares, así que, con esta jugada maestra, la White Star de JP Morgan habría eliminado a sus opositores en la creación de la Reserva Federal, y habría cobrado el seguro del Titanic hundiendo al Olympic, con lo que se costeó la finalización del verdadero Titanic, que navegó hasta 1935 con el nombre del Olympic.
EL TERCER BARCO:
Existe también un hecho insólito que pasó desapercibido para algunos investigadores pero que, al equipo de MD, nos ha parecido digno de mención y muy enigmático.
Y es que, en la posterior investigación llevada a cabo por EE.UU. la tripulación del Californian fue interrogada y prácticamente acusada de no prestar ayuda al Titanic en el momento de su hundimiento cuando apenas se encontraban a 20 millas de la catástrofe.
Entre los interrogados se encontraba el jefe de oficiales del navío, George F. Stewart quien afirmó haber visto un navío próximo a la posición del Titanic alrededor de las 4 de la madrugada cuya chimenea era de color amarillo. Los miembros del comité aseguraron que se trataba del Carpathia
que llegaba al auxilio de las victimas, aunque la chimenea de este era
de color rojo, no amarillo. Otros miembros de la tripulación del Californian aseguraron ver este misterioso barco con la chimenea amarilla aquella noche en las proximidades del Titanic.
En una entrevista concedida a un periodista estadounidense, el capitán del Carlifornian también corroboró la presencia de este extraño navío antes del hundimiento del Titanic,
justo en el momento de retirarse a su camarote a dormir. En aquella
entrevista, el capitán narraba que había divisado otro
vapor aproximándose a su posición lo que le empujó a preguntar al
operador de radio que otros barcos se encontraban en las inmediaciones a
lo que este le respondió que solo el Titanic, el capitán le dijo que no podía tratarse del Titanic,
pues era mucho mas pequeño y estaba demasiado poco iluminado. No
obtuvieron respuesta sobre la identidad del misterioso buque, por lo que
pensaron que tal vez no llevase equipo de telecomunicaciones a bordo.
Nadie a sido aun capaz de identificar este misterioso barco que se encontraba a pocas millas del Titanic
durante la noche de su hundimiento y
la comisión de investigación no consiguió encontrar ninguna referencia
de dicho navío, por lo que dedujo que debía tratarse del Carpathia,
aunque este se encontraba a muchas mas millas de distancia y no
encajaba en la descripción que de él dieron los tripulantes del Californian.
¿Qué era este misterioso navío? ¿Qué hacia cerca del Titanic? ¿Por qué no presto ayuda durante el naufragio si se encontraba tan cerca? Los testigos a bordo del Titanic
afirman que las pequeñas luces de otro navío que divisaban desde la
cubierta del barco estaban muy cerca y los investigadores concluyeron
que se tenía que tratar del Californian, mientras que, a bordo del Californian juran que también habían visto las luces de un tercer navío que se encontraba entre ellos y el Titanic. Algunos investigadores relacionan este buque fantasma con alguna suerte de submarino que habría sido enviado para hundir al Titanic.
Algunos de los supervivientes aseguraron, posteriormente, que habían escuchado “explosiones” dentro del Titanic
justo después del supuesto choque con el iceberg. Durante
un tiempo se pensó que dichas explosiones podrían tener su origen en la
sala de calderas, pero cuando en 1985 se descubrieron los restos del Titanic
se comprobó que la zona de la sala de calderas no mostraba desperfectos
significativos, no al menos como para haber causado ninguna clase
de explosión.
Ademas, los agujeros que fueron observados durante las labores de investigación submarinas del Titanic muestran una
extraña característica… están deformados hacia afuera, no hacia dentro
del casco, lo que indicaría la presencia de alguna clase
de explosión dentro del barco.
Algunos investigadores aseguran que la
causa real del hundimiento fue que existían, dentro del casco, cinco
artefactos explosivos por debajo de la linea de flotación y colocados en
determinados puntos estratégicos. Esto encajaría con las primeras
investigaciones que Edward Wilding, ingeniero naval de la Harland & Wolf (constructora del Titanic),
llevó a cabo en 1912. Estudiando la velocidad a la que se propagó el
agua durante el naufragio (durante los primeros 40
minutos habían entrado 450 metros cúbicos de agua), llegó a
la conclusión de que el deterioro en el casco no pudo producirse por un
daño continuo, sino por una serie de pequeños agujeros en el costado.
Esta coincidencia dio paso a otra teoría… el pequeño barco que tanto el Californian como el Titanic habían visto
en las inmediaciones del accidente no era mas que un pequeño remolcador
que habría empujado un iceberg hasta la trayectoria exacta el Titanic. Cuando el Titanic paso cerca del mismo, esta situación fue aprovechada para hacer detornar la carga de explosivos que llevaba el Titanic en su casco.
Esta teoría no es nueva,
en archivos oficiales del servicio secreto del Kaiser en aquella época,
se recoge la idea de que alguien hubiese remolcado un iceberg y que un
submarino hubiese lanzado su arsenal de torpedos para hundir el Titanic.
¿Qué ocurrió realmente con el Titanic?
¿Cuál fue el motivo real de su hundimiento? ¿Por qué se llevaron a cabo
tantas negligencias que terminaron por hacerlo zozobrar y perder tantas
vidas?
No existe respuesta, lo único que sabemos es que, un año después del hundimiento del Titanic
se crea la Reserva Federal de USA, se abandona el patrón oro y, dos
años después, la Iglesia tiene la financiación suficiente como para dar
comienzo a su tan añorada guerra en Europa… Quien sabe, tal vez si aquel
famoso transatlántico nunca se hubiese hundido el mundo que hoy
conocemos distaría mucho del que hubiese sido en realidad.
Fuente: Mundo Desconocido, Titula de la web: Jose Luis Camacho (JL), publicado por: HugoFD
Fecha de publicación: 18 de Abril del 2013
Dirección de la nota: http://www.mundodesconocido.es/el-hundimiento-del-titanic-una-conspiracion-a-bordo/
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