17 de julio de 2013

NECEDADES DEL CALENTAMIENTO GLOBAL

A lo largo de los años y más al principio de los años 80 cuando comenzamos a detectar un agujero que incrementaba en tamaño en el polo sur, hubieron muchas voces que decían que eso era consecuencia de el abuso que el hombre con los agentes que se ocupan para refrigerar o para el caso de los aerosoles que ocupamos de un tiempo a la fecha; Los resultados dados por estudios por la NASA y otras organizaciones parecían apuntar a  este hecho.

Sin embargo existen cada vez más voces que indican que este fenómeno del calentamiento global no es del todo culpa del actuar de los seres humanos, anteriormente esto ya se había registrado en nuestro planeta, recordemos que las temperaturas registradas en el tiempo de los dinosaurios eran en promedio más altas dado que la condición de los continentes era distinta, estaban concentrados en algo que algunos llegan a nombrar como "pangea" (pan: toda gea: tierra) de modo que los inviernos eran mas crudos y los momentos de sol podían llegar a ser insoportables, la lluvia y viento eran más intensos, no eran como ese hermoso parque que mostró Spielberg en "Parque Jurásico"donde grandes porciones de tierra quedaron cubiertas de mares poco profundos, y los vientos procedentes del mar llevaron la lluvia a zonas que hasta entonces eran desiertos. En el Cretácico, los continentes se parecían mucho a los actuales, con el tiempo los continentes fueron separándose y adoptando una posición distinta, lo que por cierto siguen haciendo a razón de algunos centímetros por año, el monte Everest sigue ganando altura, Baja California Norte (México) terminará por separarse en un futuro lejano en el que muy probablemente nuestros nietos no alcancen a presenciar (6 cm. por año en promedio).

Un delicado equilibrio entre el comportamiento de las manchas solares (entre menos existan en la superficie de nuestra estrella se tienen indicios de que hay consecuencias en la temperatura mas fría del planeta), la actividad volcánica, las vastas cantidades de agua contenidas en los océanos, la vegetación de los bosques tropicales (que cada vez son menos) influyen sin duda en este como percibimos nuestro habitat... pero...


Escena en el hielo por Hendrick Barentsz hecha en 1625

Hubo en un pasado reciente al que los entendidos en la materia llaman la "Pequeña Edad del Hielo" En donde hubo periodos fríos de los que se han descubierto en sedimentos existentes en África, pero los periodos fríos parecen ser más grandes, oscilando entre ¡3 y 8 grados centígrados! y esto debemos recordar fue antes de la revolución industrial de donde surgen las máquinas que operaban con carbón como combustible y mucho antes de a invención de los CFC´s

La PEH fue un período frío que abarcó desde comienzos del siglo XIV hasta mediados del XIX. Puso fin a una era extraordinariamente calurosa llamada óptimo climático medieval. Hubo tres máximos: sobre 1650, alrededor de 1770 y hacia 1850. Inicialmente se pensó que era un fenómeno global, pero posteriormente fue desmentido. Bradley y Jones (1993), Hughes y Díaz (1994) y Crowley y Lowery (2000), describen la PEH como «una época donde el hemisferio norte tuvo un modesto enfriamiento de menos de 1°C». La NASA define el término Pequeña Edad del Hielo como un periodo frío entre 1550 y 1850 con tres periodos especiales de frío: uno comenzando en 1650 (Mínimo de Maunder 1645-1715), otro en 1770 y el último en 1850, separados periodos de pequeños calentamientos.





En el Atlántico Norte, los sedimentos acumulados desde el fin de la última glaciación, hace aproximadamente 12.000 años, muestran aumentos regulares en la cantidad de granos sedimentarios depositados, procedentes de los icebergs que se han fundido en el océano, los cuales indican una serie de periodos fríos (1–2°C) que se repiten cada 1.500 años aproximadamente.

Hoy siguen surgiendo mas evidencias de que esto que experimentamos como calentamiento global no es más que la consecuencia de un accionar de la naturaleza, que es por mucho mas influyente por el momento. No puedo por ningún modo estar de acuerdo con las maneras abusivas de algunas empresas que tratan de un modo tan despreciable al medio ambiente pues siendo o no determinante para el cambio climático, sin duda es un exceso que deberíamos corregir por las generaciones venideras y por las diversas formas de vida que habitan este hermoso lugar al que llamamos hogar.

A continuación les expongo un estudio reciente que revela evidencias arqueológicas que dan cuenta de como el cambio climático llevó al colapso a civilizaciones humanas de hace 4.000 años. El estudio también resuelve el debate que lleva tanto tiempo abierto sobre el origen y el destino del Sarasvati, el río sagrado de la mitología hindú.

Se extiende más de 1 millón de kilómetros cuadrados a través de las llanuras del río Indo, desde el Mar Arábigo hasta el Ganges, a través de lo que es ahora Pakistán, el noreste de India y el este de Afganistán, la civilización hindú es la más antigua – al menos que sepamos-, de las primeras culturas urbanas, que también incluye Egipto y Mesopotamia. Sus contemporáneos, los Harappanos, vivían cerca de las riveras para aprovecharse de la fertilidad de esas zonas.

“Hemos reconstruido la dinámica del paisaje de la llanura donde se desarrolló la civilización del Indo de 5200 años atrás, cómo construyeron sus ciudades, y poco a poco se desintegraron entre 3900 y 3000 años atrás”, explica Liviu Giosan, un geologista de Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI) y autor principal del estudio publicado sobre el fin de estas culturas.

Hoy en día, numerosos restos de los asentamientos de los Harappanos están localizados en la región desértica, lejos de cualquier río fluvial. En contraste a Egipto y Mesopotamia, que han seguido unos cánones clásicos de desarrollos, esta cultura en el sur de Asia con una población que ocupaba el 10 por ciento de la población mundial, fue totalmente olvidada sobre 1920. Desde entonces, una oleada de investigaciones arqueológicas en Pakistán y la India ha descubierto una cultura urbana sofisticada, con multitud de rutas comerciales internas y bien establecidos los enlaces marítimos con Mesopotamia, estándares en la construcción de edificios, sistemas sanitarios etc.

“Consideramos que es el momento de que un equipo de científicos interdisciplinarios contribuyan al debate sobre cuál fue el destino de esa gente” ha añadido.

Investigación multicultural de 5 años

La investigación ha sido llevada a cabo entre 2003 y 2008 en Pakistán, desde la costa del océano Arábigo hasta los fértiles valles de Punjab y el norte del desierto de Thar. El equipo internacional incluye científicos de EEUU, Inglaterra, Pakistán, India y Romanía. Todos expertos en geología, geomorfología, arqueología y matemáticas. Combinando imágenes por satélite y datos topográficos, los investigadores han analizado mapas digitales de las zonas cercanas al Indus y a los ríos vecinos.

“Una vez teníamos esta nueva información sobre la historia geológica, hemos podido reexaminar todo lo que ya sabíamos sobre los yacimientos, lo que plantaban y cuándo, y cómo iba cambiando todo lentamente” explica el co-autor, Dorian Fuller, arqueólogo de la Universidad de Londres.

El nuevo estudio sugiere que el descenso en las lluvias del monzón llevó a la dinámica de los ríos debilitados, y ocupó un puesto crítico ya que los Harapanos se servían de esta gran cantidad de agua para cuidar de sus excedentes alimenticios lo que acabó por llevarles a su desaparición.

Entre las características más llamativas es que los investigadores identificaron una llanura en forma de montículo, de 10 a 20 metros de altura, más de 100 kilómetros de ancho y la ejecución de casi 1000 kilómetros a lo largo del Indus, que ellos llaman el “Indo mega-canto”, construido por el río que se purgó de sedimentos a lo largo de su curso inferior.

“A esta escala, nada parecido ha sido descrito alguna vez en los libros de geomorfología” dice Giosan. Esta cordillera es un indicador de la fortaleza de los paisajes, ya que en vez de haber sido enterrados por los sedimentos, los restos de la civilización siguen estando visibles.

Asignado en la parte superior de la vasta llanura del Indo-Ganges, los datos arqueológicos y geológicos muestra en cambio, que los asentamientos florecieron a lo largo del Indo desde la costa hasta las montañas frente al Himalaya, como los monzones débiles y reducido la escorrentía procedente de las montañas domado la naturaleza del Indo y sus Himalaya suficientes para permitir que la agricultura a lo largo de sus bancos afluentes.

En otro hallazgo importante, los investigadores creen que han resuelto una larga controversia sobre el destino de un río mítico, el Saraswati. Los Vedas, las antiguas escrituras indias compuestos en sánscrito más de 3000 años atrás, describe la región al oeste del Ganges, como la ladera de siete ríos. Fácilmente reconocible es el Indus y sus corrientes, pero el Sarasvati está perdido.

El descenso de las lluvias, la causa principal de su desaparición
Basándose en estas descripciones, se cree que el Sarasvati fue alimentado por los glaciares perennes en el Himalaya. Hoy, el Ghaggar, un río intermitente que fluye únicamente durante los monzones fuertes y que se disipa en el desierto, es lo que parece la localización exacta de la mítica Sarasvati, pero es el origen del Himalaya.

Las evidencias arqueológicas apoyan que Ghaggar-Hakra es la localización con los asentamientos más duraderos durante los tiempos de los Harapanos. Las evidencias geológicas demuestran que los ríos eran un elemento importante y de gran actividad en esta región, pero sobre todo durante el monzón.

Hace 3900 años, los ríos en los que los Harapanos se habían instaurado tenían vías de escape hasta el Ganges, donde las lluvias del monzón no afectaban tan devastadoramente.

“Quizás sea por esto por lo que podemos hablar del cambio de la cultura a unas formas de economía más localizadas basadas en el secano” dice Fuller. “Esto podría haber producido pequeños excedentes, lo que no habría sido beneficioso para las ciudades”.

Este sistema no fue favorable para la civilización del Indo, que había sido construida sobre los excedentes de las cosechas de parachoques a lo largo del Indus y los ríos Hakra Ghaggar-en épocas más húmedas. Esta dispersión de la población significa que ya no había una concentración de fuerza de trabajo para apoyar el urbanismo. “Así las ciudades se derrumbaron, pero las pequeñas comunidades consiguieron subsistir” y así llegar a lo que es ahora, explica Fuller.

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