Felipe Calderón, extitular del Ejecutivo.
Foto: Germán Canseco
Foto: Germán Canseco
MADRID (Proceso).- Con una oposición casi testimonial, la Comisión
Permanente del Congreso de la Unión, en México, autorizó al expresidente
Felipe Calderón a recibir la Orden del Mérito Civil en grado de Collar
que otorga el gobierno español.
Sin embargo, en España, hasta el viernes 24 de mayo, su Consejo de
Ministros no había aprobado la imposición de esta Orden al exmandatario.
Tada Bastida, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores y de
Cooperación (MAEC) español, dijo a Proceso que no podía ofrecer ninguna
información sobre la condecoración que recibirá Calderón, sino a partir
de que la apruebe el Consejo de Ministros y ello se publique en el
Boletín Oficial del Estado (BOE), “lo que no ha sucedido”.
Lo que sí es un hecho es que el área de protocolo del MAEC le informó
al expresidente que le otorgaría la condecoración. Además, el Reino de
España se comunicó con la Secretaría de Gobernación mexicana para que se
tramitara el permiso ante el Congreso de la Unión. El aval se dio el
pasado miércoles 22.
Al margen de los formalismos, el vínculo del gobierno de Felipe
Calderón con España estuvo marcado por la apertura mexicana a los
capitales españoles. Fue una relación diplomática basada en los
negocios.
Alberto Montero Soler, catedrático de Economía Aplicada de la
Universidad de Málaga, ha criticado esta concepción de la diplomacia:
“El gobierno de España convierte reiteradamente la defensa de los
intereses de las trasnacionales en una cuestión de Estado”, dijo el
también investigador del Centro de Estudios Políticos y Sociales
(Proceso 1649).
Marcos Roitmann, politólogo y catedrático de la Universidad
Complutense, detallaba entonces que los bancos y empresas energéticas,
como Iberdrola o Unión Fenosa, obtienen de América Latina,
particularmente de México, “50% de sus beneficios”.
Como sea, el gobierno español menudeó los elogios a Calderón por esta
apertura comercial. Provinieron tanto del rey Juan Carlos como de los
presidentes José Luis Rodríguez Zapatero y, ahora, Mariano Rajoy.
El monarca lo expresó en una cena de gala que ofreció a Calderón en
2008, durante la visita de Estado que el mexicano hizo a Madrid. Juan
Carlos de Borbón le agradeció “la cálida acogida de México a las
empresas españolas” (Proceso 1906).
En mayo de 2010, en su viaje a España para participar en la Cumbre
Unión Europea-México, Calderón recibió el premio Nueva Economía Forum,
un grupo de discusión financiado por las principales empresas españolas
(Proceso 1750).
El primer comunicado de los organizadores, emitido en abril de ese
año, señalaba que el reconocimiento a Calderón era “por su carisma de
estadista, por sus esfuerzos en pro del bienestar económico y la
cohesión de los ciudadanos mexicanos”.
El 11 de mayo de 2010, Nueva Economía Forum difundió otro comunicado,
en el que matizaba: el premio, en su edición 2009, era concedido “a los
Estados Unidos Mexicanos en la persona de su presidente”.
El entusiasmo mostrado por los empresarios con Calderón —José Ignacio
Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, lo tutea— se ve reflejado en
los datos oficiales. Al final del gobierno de Carlos Salinas de Gortari,
en 1994 —cuando se inició la llegada de las multinacionales hispanas a
México— la inversión llegaba a 145.7 millones de dólares. Al finalizar
el sexenio de Calderón, el volumen de la inversión hispana llegó a los
40 mil millones de dólares, era la más importante de la Unión Europea y
la segunda después de la estadunidense. La Secretaría de Economía de
México informó que en 2012 operaban en México 3 mil 200 empresas
españolas.
Denuncia mundial, silencio español
Esa apertura durante los gobiernos panistas fue recompensada: España
apoyó plenamente la guerra contra el narcotráfico desatada por Felipe
Calderón.
El anterior presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, no perdió
oportunidad para ensalzar esa estrategia. Una de las últimas ocasiones
fue mediante un telegrama que envió a Calderón el 27 de agosto de 2011,
tras el atentado en el Casino Royale (Monterrey), que dejó 53 muertos.
“Sabe, señor Presidente, que en estos dolorosos momentos cuenta con
todo el afecto y la solidaridad del gobierno y del pueblo español en esa
importante lucha contra el narcotráfico que su país lleva a cabo y en
la que puede seguir contando con nuestra ayuda y colaboración”.
En abril de 2012, con motivo de su primera visita a México como
presidente del gobierno español, Mariano Rajoy también hizo un
reconocimiento a esa lucha antinarco: “México hace frente a la violencia
asociada al narcotráfico. Deseo transmitir la solidaridad de España con
las víctimas del terrorismo y la violencia, así como mi reconocimiento
por la meritoria lucha que ha emprendido el señor presidente”.
Esa postura española contrasta con los informes internacionales. El
jueves 23, un día después de que el Congreso mexicano autorizó a
Calderón a portar la condecoración, Amnistía Internacional (AI) presentó
su informe sobre Derechos Humanos 2012, donde criticó que durante el
calderonato se ignoraron “indicios fehacientes” de “violaciones
generalizadas” de esos derechos por parte de las fuerzas policiacas, a
las que involucra en “detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones
forzadas y ejecuciones extrajudiciales”.
No obstante, “(Felipe Calderón) se negó sistemáticamente a reconocer
la envergadura y gravedad de los abusos. La impunidad era generalizada,
por lo que el resarcimiento (a las víctimas) fue escaso o inexistente”.
AI recuerda que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)
recibió mil 921 denuncias contra las Fuerzas Armadas y 802 contra la
Policía Federal. Y sólo ocho militares fueron condenados.
El 26 de abril de 2012, el informe Armas bajo control, que elaboran
AI, Greenpeace, Intermón Oxfam y la Fundació per la Pau, de Barcelona,
denunciaron en Madrid que España había vendido a México tres aviones de
transporte militar, artillería y material de defensa, pese a que el país
americano es considerado un “destino preocupante” por “las graves
violaciones a los derechos humanos derivadas de la guerra contra el
narcotráfico”.
Era la primera ocasión que México aparecía incluido en el informe
sobre “transferencias militares preocupantes”, y colocado al mismo nivel
de Arabia Saudí y Egipto.
Este informe, que cubría el primer semestre de 2011, denuncia que las
transacciones españolas con el gobierno de México alcanzaron 57.76
millones de euros (más de 850 millones de pesos).
El 16 de abril de 2012, 10 días antes del viaje oficial de Mariano
Rajoy a México, AI pidió al español incluir el tema de los derechos
humanos en la agenda con México.
El comunicado y la carta enviada entonces a La Moncloa (sede de la
presidencia española) decía: “El gobierno mexicano dice que los abusos
son excepcionales y que sus autores rinden cuentas”, a pesar de que “los
datos dicen lo contrario: durante 2011 sólo hubo un caso en el que
personal militar fue sentenciado”.
Aun con todas las denuncias, el gobierno español mantuvo un silencio
absoluto sobre las violaciones de derechos humanos durante el gobierno
de Calderón. Ni un reproche. Ni una declaración.
Eso sí, el Ministerio de Exteriores —el que condecorará a
Calderón—emitió diversas alertas a sus ciudadanos para que evitaran
viajar a ocho estados mexicanos. Se trataba de “zonas de riesgo que
deben ser evitadas”.
“Servicios distinguidos”
La orden del Mérito Civil y la Orden de Isabel La Católica son las
máximas condecoraciones otorgadas por España. La primera, que recibirá
Calderón, fue instituida por el rey Alfonso XIII en 1926; fue suprimida
en 1931 por el gobierno de la II República, pero la restituyó en 1942 el
dictador Francisco Franco.
En el artículo 1 del reglamento para el otorgamiento de la orden se
menciona en qué condiciones puede entregarse a españoles. En el artículo
2, en tanto, se explica que dicha condecoración podrá ser concedida a
extranjeros, siempre que “hayan prestado servicios distinguidos a España
o una notable colaboración en todos aquellos asuntos que redunden en
beneficio de ella”. Y el nivel más alto de esta condecoración (de siete
existentes) es el de Collar: el que recibirá Calderón.
Fuente: Proceso, publicado por. Alejandro Gutiérrez
Dirección de la nota: http://www.proceso.com.mx/?p=343395
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